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miércoles, 29 de agosto de 2012

Mundo

Edmundo es mi héroe. No sólamente dejó su pubertad para convertirse en mi papá, me enseñó el 90% de mis gustos musicales y me regaló el arte de viajar a través del cine, también se echa de reversa en la angosta calle de Bravo, en pleno centro de Little Jump, le pasa corriente a mi palomo, y cuando sonríe parece que el sol se pone de su lado. Tengo un héroe, un Mundo en mi casa. Y es mi carnal. 

lunes, 27 de agosto de 2012

Paroles

Quisiera escribir una frase para los últimos días del verano y solamente me salen retratos de campos dorados, un film italiano, un himno al amor, al encanto, al edén que va peinando la mies del tesoro que habrá de trascenderme después de la muerte, única justificante para no brincar de este barco. 

Quisiera escribir una frase para los últimos días del verano y me brota la selva, me miro en los ojos de un Tigre, me vuelvo su piel y me dejo absorber por sus fauces abiertas que luego me estallan contra la pared húmeda del silencio. 

Quisiera escribir una frase para los últimos días del verano y nace una elegía para mi patria, una historia de camiones y miseria, de egoísmo colectivo a ultranza dejándose llevar. 

Quisiera escribir una frase para los últimos días del verano y nada más veo aviones: soy la sinalefa de los aviones uniendo sus espíritus con la carne de las nubes. Una frase y emergen vestidos y sombras, las historias de miel con las que invoco el sueño porque no puedo más con este insomnio, con las teorías de la física que me corroboran que soy un ser en tercera dimensión,  mientras mi espíritu vaga en esta caja de zapatos.

domingo, 26 de agosto de 2012

Yo no quiero una vida familiar de combos y pasillos de Liverpool, filas de mujeres soñando con perfumes de Lalique (en todo caso, sigo prefiriendo Channel), hombres sumergidos en el sueño de un bose y el nuevo i-pod. Yo más bien quiero una selva, una casa naranja, un cuarto para no salir de ahí, aunque mi piel no sea tan tersa como las de mis congéneres, aunque no tenga el más mínimo conocimiento del nuevo protocolo humano. Yo no quiero volver a salir en domingo al centro comercial a atestiguar el paseo en carreola entre las mesas sucias, grasientas pero aparentemente blancas. Yo nada más quiero que me escriban y me escribas, para recomponer mi flora original.

Ecce vato...

Para quienes critican la labor de restauración de Cecilia Giménez de la obra "Ecce Homo", de Borja: ¿Es molestia contra la destrucción  de una obra de arte, o es un simple escozor que emerge desde sus puritanas, moralinas conciencias judeocristianas?

Para quienes contestaron la primera opción, quizá ayudaría el recordar que múltiples guerras destruyeron la producción artística de civilizaciones enteras. EE.UU. ha sido el último de una lista que jamás habrá de tener fin: el hombre está destinado a recrearse y a autodestruirse. Esa es la magnificencia de su poder creador (y de su antítesis, la destrucción). Se es hombre porque no se puede ser dios, se es artista o científico para consolar al hombre en sus limitaciones, se es destructor para satisfacer el rencor de nuestras limitaciones. 

Para quienes contestaron la segunda, convendría entender a Jesús como a un líder y no como a un dios en el que el hombre se escuda en él para lavar sus "pecados". Se mata a Jesucristo cada vez que olvidamos la esencia helénica (estoicista) de la religión cristiana para desenvolverse en el hedonismo del siglo del desencanto, no cuando alguien le pinta una cara distinta, sin proporciones estéticas, al hombre que nadie conoció y al que todos le rezan. Sería mejor convivir con la honestidad del hedor y la pureza en vez de andar estigmatizando a una octogenaria de buenas o megalómanas intenciones (a saber) que lo único que ha hecho es lo que hacemos todos: deconstruir, destruir y reconstruir la visión de dios, del entorno, del mundo. 

viernes, 24 de agosto de 2012

Escribes y me abres el mundo, me regalas las alas del cielo, soy agua pura otra vez circulando por mi ciudad, el sexo hablando libremente de la espera de tu llegada, la alegría coloreando mi cuerpo con el dorado del campo abierto que eres para mí, mi reencuentro conmigo a partir de la raíz de tu alma.

 Escribes y me das la vida.

jueves, 23 de agosto de 2012

Trece horas en la calle para reencontrarme. Rostros, ruido, anécdotas, recetas, plastilina, medios litros de pintura, un dúo expulsado de los tiempos de peñas, el rock metálico de la cajera del seven, la computadora, bancos, bancas, manifestaciones, un maestro acomodando libros en una biblioteca pública, otro gritándome como si aún fuera yo una alumna, un tugurio tocando canciones fresas a las cinco, la vicky que jamás me termino, quince cuadros de un señor que pinta el zoom de un cabello maltratado (pero él le dice que es arte abstracto), cuentos maravillosos, mensajes de superación personal, carteleras, viajes, dolencias, alas en bronce para competir contra los ángeles a mitad de la plaza de armas, la frase de Bulgákov dándome vueltas ("¡Invisible y libre"!), recuerdos de cuando había URSS y yo tenía inocencia, el email saturado y sin los correos que se esperaban, chocolate oaxaqueño, un abrazo a la distancia, mis muertos bailando por estas mismas calles, yo misma muerta una y otra vez (creo en la fenomenología a ratos) desconociendo mi nuevo estatus de diva del aire. Trece horas marcando a las nubes para pedir la tierra. Trece horas y creo que recordé que amaba demasiado y un día dejé de existir, y ahora amo de nuevo (mis ojos, lo que camino, lo que palpo, lo que recuerdo) y no pienso dejar este lienzo suave donde pinto (o eso intento) lo que me hace decir que sigo viva. 

miércoles, 15 de agosto de 2012

Aludes de trabajo para no sentir. Hay días que ni yo misma sé cómo le haré para seducir al tiempo.

domingo, 12 de agosto de 2012

Para la comunidad de Letras Españolas de la UAdeC:





A los estudiantes de nuevo ingreso, a mis compañeros que pasan al tercer, quinto y séptimo semestres:

Estudiar Letras Españolas es un privilegio en medio de la vorágine industrial que nos atañe. Deseo que sean la música de las palabras, su pasado, su presente y su creación, la inspiración como estudiantes.

Procuren siempre mirar hacia los libros: no hay mayor sabiduría que las voces de nuestros antepasados y contemporáneos hablando del relato de la humanidad.

A mis maestros de la licenciatura, que sea siempre la voluntad de transmitir el conocimiento el mayor tesoro que los muchachos reciban. 

Orgullo por la palabra. Eso es la Licenciatura en Letras Españolas. Un abrazo, que saquen las mejores notas, pero sobre todo, que aprendan cada día que nunca hay un límite para el conocimiento.
Amada, más que deseada.

sábado, 11 de agosto de 2012






A ver a cómo nos cobran la medallita. Así empezó España, con el oro olímpico en 92. Le siguieron muchos triunfos y una gran crisis. No me extrañaría que mañana le gane en basquetbol a EE.UU. Y en cuanto a México, insisto: a ver cómo nos cobran este triunfo. Por lo pronto, yo espero que proclamen el triunfo de EPN en estos días, sería algo de lo más natural ver este episodio en mi país.


miércoles, 8 de agosto de 2012

Buenos días, paloma, transparencia de sal dispersa en las orillas de los libros. Buenos días, libertad. Feliz cumpleaños, Jaquelin.
Gracias por el oro de las palabras de mis hijas. Todo está transcrito.

martes, 7 de agosto de 2012

Transcribo los cuentos de mis hijas (unas de tantas) y me pregunto qué va a ser de sus vidas, cuando lo peor -el encierro- haya pasado y deban sumergirse en la profundidad de la crueldad humana.

Admito que me pesa escribirlas, vivo con ellas otra vez sus inquietudes, las precoces y las reales, los aromas perdidos. Reescribirlas a ellas, las tránsfugas de la modernidad, reescribir sus temores y sus sueños (todos empapados de televisión y deudas sociales inacabadas), me regalan una noche en la que no sé si llorar porque no sé qué cosa es el destino (si es que existe), o si reírme porque la realidad está en los ojos de algo más alto de aquello que vemos y entonces hay una posibilidad de creer en otra posibilidad para que ellas crean en sí mismas.

Ojalá que todo fuera un relato, cantado o escenificado. Ojalá que con escribirles un nuevo cuento su historia negra jamás volviera. Ojalá.