Sucumbí al Facebook:

domingo, 11 de octubre de 2009

Creo que a lo largo de esta FLS 2009 he tenido muchas y muy bonitas sorpresas. Besar al guapo de Alberto Estrella, abrazar a la heroína Vanessa Bauche, escuchar el desmenuzamiento perfecto que el Dr. Araiza hacía de La Náusea, El Extranjero y El Amante a través del método fenoménico-existencialista, reírme con Paco Ignacio Taibo II, llorar de emoción al oír la poesía de Indran Amirthanayagam, ser efímeramente feliz en las mini-sesiones de minificción a cargo del cuentista más sintetizado del México actual, Armando Alanís, entender las nuevas tendencias del cuento moderno gracias a la intervención de Guillermo Sampero, platicar con el filósofo Mauricio Beuchot y recordar la Grecia que nunca fui con el maestro Hugo Gutiérrez Vega, son algunas de las muchas que ya les contaré (eso espero, y si no, esperen muy pronto la edición electrónica de la revista Lecturas, donde saldrán las entrevistas que mis compañeros y yo les hicimos a varios de los que se presentaron en la Feria del Libro Saltillo este año).

Pero sin lugar a dudas, el haber compartido una mesa de presentación a lado de un gran poeta -a petición del mismísimo poeta Anaya- como lo es el Maestro José Vicente Anaya y del Editor y poeta Esteban Ascencio para hablar de una colección interesantísima denominada "Colección Poética de Largo Aliento", cuyos tres primeros volúmenes son nada más y nada menos que de Allen Ginsberg, Jim Morrison y Ernesto Cardenal, ha sido lo mejor de esta feria, el más inmerecido regalo y homenaje a una mujer que tal vez no sepa muy bien quién es, pero sí lo que siente y lo que ve, tanto en su interior como en su exterior, precisamente porque usa los caleidoscopios-lentes que la poesía regala a quien se acerque a ella.

Aprendí muchas cosas en esa mesa. El maestro Anaya quería interrupciones pero yo la verdad no quise interrumpirlo porque escucharlo es un placer auditivo: habla y habla y entre más lo hace, más ganas dan de seguir oyéndolo porque tiene una voz de ésas que no cansan. Así que la que primero tenía tremenda boca abierta de entre todo el público era yo.

Vaya, que hasta lo seguí escuchando a pesar de mi repentino acceso de tos feroz que me dio en plena presentación. Maldita faringitis, ya me las cobraré... no sé cuándo, ¡¡pero no te salvas!!

La colección, de la editorial Laberinto, consta de 60 títulos -esta tarde-noche nos entregaron los primeros tres-, dos de los cuales son traducciones al español hechas por el propio poeta Vicente Anaya. Todavía hoy, que es el cierre de la feria, pueden adquirirlos: están en oferta especial, $50.00 cada uno. Su precio normal es de $100.00. Creo que ambos precios también son de colección. Ojalá que tengan una chancita de ir a vernos hasta el rincón del dinosaurio (Museo del Desierto) y puedan adquirir al menos uno de estos ejemplares.

Yo, por mi parte, les reitero que los espero ver por ahí a eso de las 11 AM en el Foro Explanada del Museo del Desierto y la FLS 2009: leo poemas de mi alterego, Velvetine.

¡Feliz dormingo!

1 comentario:

VISION DE ARLEQUÍN dijo...

Pues ke te cuento ke yo nomas fui un dia a la feria del libro. Un Sábado y ni a Poniatowska vi.

Ni pex, será pa´ la proxima que tenga mas tiempo.

Un saludo.