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lunes, 28 de noviembre de 2011

Melodía

Somos creación en constante creatividad. El talento con el que nacimos, el conocimiento de la vida que poseemos, jamás deben estar en juego por causa de la mediocridad de aquello que denominamos mundo, pero que no es sino un holograma empeñado en hacerse creer la totalidad de la realidad que vive en la Tierra. Siempre hay algo más, una pintura infinita, una melodía inmensa. Nuestras notas son lo que la perviven a pesar de los tiempos, los rostros y las distorsiones.

TV reflexión

Es justo cuando enciendo el televisor que recuerdo quién fui hace una semana: una neurona más, varias ideas sin concretar, algo importante que decir. En pocas palabras, un ser mejor antes de verlo durante una hora. Me percato de todo esto cuando observo la huella de mi letargo en el canal que aparece con el encendido: la permanencia de la imagen, que da igual si habla, canta, brinca o se muere, tiene un eco indescriptible en ese lugar, donde dejé dormida la caja idiota. Escribo esto antes de que empiece el programa favorito que aún no acabo de encontrar.

martes, 22 de noviembre de 2011

Primer Festival de Música Viva

NotiTerra

El día 22 del undécimo mes del año 2211, los habitantes de la Tierra conmemoraron con un festival de música viva las hazañas suicidas de sus ancestros, los humanos de primera generación, quienes creyeron en el fin del mundo a partir del 11 del undécimo mes del año 2011. "Es un honor estar vivo, creer en la música como fuente de interconexión y como parte de la persistencia de la memoria genética de todos los tiempos es lo mejor que nuestros ancestros nos legaron antes de morir. Fueron los artistas del sonido y no los teólogos o falsos científicos quienes le dieron luz a la realidad de nuestros días", dijo el director del evento, que se realiza por primera vez en el mundo entero gracias a las redes mentales que se extendieron a lo largo y ancho del planeta.

Dentro del marco festivo musical, se presentaron oficialmente las nuevas aportaciones a la religión: los genes de novena generación, mismos que permitirán la multiplicación de la conciencia del género humano hacia otras dimensiones que hasta el momento únicamente podían escucharlos a través de la música que sus componentes emitían. Con ello, la comunicación se complementa, enfatiza y unifica con los demás estadios universales existentes. "Con esto podemos decir que finalmente la comunicación con 'dios' está más cerca que nunca: somos nosotros mismos oyéndonos en diferentes vibraciones, valores y cualidades existenciales, de acuerdo a la resonancia y peso lumínico dimensional de cada lugar en donde ahora existimos. La conciencia suprema está feliz con los logros obtenidos, está segura que la unificación total se dará en los próximos años", mencionó el coordinador del proyecto EnGenDr'Arte, proyecto que combina arte depurado y religión cuántica en la consecución de la completud exacta de lo que la primera generación denominaba "alma".

Se esperan nuevos eventos para el día 29. Esta vez, será la pintura interdimensional la protagonista. La entrada es libre, únicamente debe conectar su conciencia en la hora universal, esto es, 27:00 horas.


Desconocido SMS

El trapeador sin ver lo que limpiaba. La tarde algo lagañosa por la hora en que el sol juega a darse a querer. "Hola, hermosa, ¿cómo estás? Te mando un abrazo, recuerda que te quiero muchisísimo. Te mando un abrazo. Cuídate, preciosa". El mensaje aparece en un celular lila con twitter integrado, el celular lila dentro de la bolsa del pants que hace doce años fue de un negro intenso. Brasas instantáneas acompañadas de un ligero sollozo: nueve días sin ella. Su partida sin motivo, igual que el mensaje sin número identificado. "¿Será que fue ella?". La respuesta no fue automática: "No reconozco tu número, pero quien quiera que seas, supongo por tus palabras buenas que debiste ser alguien muy amado, y lo seguirás siendo. No te preocupes por mí, yo me cuidaré, tú haz lo mismo también".

El mismo trapeador avanzando por el resto de la casa: ¿Y si en realidad lo que se ha perdido es la memoria de las cosas y la gente buena? ¿Y si en realidad esta memoria resultara ser la apócrifa y la verdadera está esperando con otro tipo de recuerdos? ¿Y si fueran todos los seres del ayer que de pronto vienen hoy a decir 'te quiero', para ver si de una buena vez la lección de no ser tan ciegamente egoísta se aprende?".

No hubo respuesta. No era preciso obtenerla: quisiste abandonarte por un momento en la posibilidad de la comunicación entre dos mundos. Necesitabas creer en ella más que en cualquier nombre conocido. No importaba ya el por qué de la partida, sino la ausencia en sí, que esta tarde lagañosa hacía más evidente: los seres se dividen en dos, ángeles y aprendices. Se acababa de ir un ángel a su primera patria, la aprendiz seguía aquí, trapeando la costumbre, esperando ese saludo de despedida que al fin llegaba.

jueves, 3 de noviembre de 2011

Letras femeninas, un breve panorama antes de dormirme

Los místicos dicen que la mujer, de escribir, debería hablar de cosas de amor y de armonía. Nada más difícil resulta esta sentencia para una mujer, que para poder escribir se embebió de toda la literatura del hombre y se formó dentro de la realidad intelectual del hombre. Es claro que se vuelve una prioridad el encontrar esa voz que dé una alternativa para la construcción de nuevos mundos pero, qué compleja se vuelve la encomienda cuando para empezar, muchas veces falta el respeto a la otredad (en este caso, configurada en el género femenino), y la producción resultante, más allá de un ser de carne. Ello, aunado a la postura francamente discordante, vengativa y rencorosa de ciertas mujeres como consecuencia del entorno, complica más las cosas.

En las últimas dos semanas he vivido dos experiencias que me dejan muy en claro el papel de la escritora dentro de entornos poco favorecedores. No me detendré a exponerlos, puesto que no son actos sui géneris (antes bien, estoy segura que los debieron padecer otras tantas mujeres que han decidido lanzarse a estos ambientes). En realidad me sirven como plataforma para intentar producir un texto que pueda definir la problemática de la intelectual y la artista en su campo de acción sin caer en discursos feministas. Personalmente, considero que la verdadera equidad entre los géneros y la retroalimentación es lo que daría un panorama distinto y menos conservador ni corrosivo frente a la problemática de la hostilidad intelectual.

Aún me queda la duda de si los místicos -sobre todo los de oriente- olvidan o de plano ignoran a mujeres excelsas, como todas aquellas que menciona la misma Sor Juana en su Respuesta a Sor Filotea de la Cruz:

"Si revuelvo a los gentiles, lo primero que encuentro es con las Sibilas, elegidas de Dios para profetizar los principales misterios de nuestra Fe; y en tan doctos y elegantes versos que suspenden la admiración. Veo adorar por diosa de las ciencias a una mujer como Minerva, hija del primer Júpiter y maestra de toda la sabiduría de Atenas. Veo una Pola Argentaria, que ayudó a Lucano, su marido, a escribir la gran Batalla Farsálica. Veo a la hija del divino Tiresias, más docta que su padre. Veo a una Cenobia, reina de los Palmirenos, tan sabia como valerosa. A una Arete, hija de Aristipo, doctísima. A una Nicostrata, inventora de las letras latinas y eruditísima en las griegas. A una Aspasia Milesia que enseñó filosofía y retórica y fue maestra del filósofo Pericles. A una Hipasia que enseñó astrología y leyó mucho tiempo en Alejandría. A una Leoncia, griega, que escribió contra el filósofo Teofrasto y le convenció. A una Jucia, a una Corina, a una Cornelia; y en fin a toda la gran turba de las que merecieron nombres, ya de griegas, ya de musas, ya de pitonisas; pues todas no fueron más que mujeres doctas, tenidas y celebradas y también veneradas de la antigüedad por tales. Sin otras infinitas, de que están los libros llenos, pues veo aquella egipcíaca Catarina, leyendo y convenciendo todas las sabidurías de los sabios de Egipto. Veo una Gertrudis leer, escribir y enseñar. Y para no buscar ejemplos fuera de casa, veo una santísima madre mía, Paula, docta en las lenguas hebrea, griega y latina y aptísima para interpretar las Escrituras. ¿Y qué más que siendo su cronista un Máximo Jerónimo, apenas se hallaba el Santo digno de serlo, pues con aquella viva ponderación y enérgica eficacia con que sabe explicarse dice: Si todos los miembros de mi cuerpo fuesen lenguas, no bastarían a publicar la sabiduría y virtud de Paula. Las mismas alabanzas le mereció Blesila, viuda; y las mismas la esclarecida virgen Eustoquio, hijas ambas de la misma Santa; y la segunda, tal, que por su ciencia era llamada Prodigio del Mundo. Fabiola, romana, fue también doctísima en la Sagrada Escritura. Proba Falconia, mujer romana, escribió un elegante libro con centones de Virgilio, de los misterios de Nuestra Santa Fe. Nuestra reina Doña Isabel, mujer del décimo Alfonso, es corriente que escribió de astrología. Sin otras que omito por no trasladar lo que otros han dicho (que es vicio que siempre he abominado), pues en nuestros tiempos está floreciendo la gran Cristina Alejandra, Reina de Suecia, tan docta como valerosa y magnánima, y las Excelentísimas señoras Duquesa de Aveyro y Condesa de Villaumbrosa".

El punto se vuelve mucho más complicado cuando una mujer "pensante" posee además una gota mínima de belleza. Para fortuna o desgracia, quizá el otro género (e incluso otras mujeres) se escuden en una estrategia tan pobre como la de hostigar a la mujer haciendo alarde de su belleza, como si ésta fuera una suerte de dique que contiene todas las banalidades del género humano y por lo tanto, su presencia intelectual se vea directamente reducida a ser una pieza ornamental. Pensar que el que una mujer que desea superar y mejorar sus técnicas creativas busca en el fondo una doble ganancia es un acto equívoco por parte de quien lo suponga. Exigir que una mujer dotada en iguales cantidades de belleza e inteligencia forzosamente se vuelva una puta al servicio de cualquier intelectual es un acto erróneo. Ofender su inteligencia al dudar de su género es amoral y misógino.

Creo que la mujer, en su derecho a la libre expresión, debería abocarse a tratar temas universales, si bien masculinizados (por el entorno donde fueron creados), en razón a la necesidad de éstos de una alternativa intelectual. Me gustaría creer que lo podría hacer sin caer en agresiones ni adopciones de discursos ajenos en tiempo, espacio y género. Independientemente de si habla de problemas sociales como si todo el tiempo se dedica a hablar del amor y la armonía en la actitud del ser humano, pienso que debería ser una elección personal y no tanto empujada por la sociedad tradicional, llámese hombres, abuelas, madres, hermanas, maestras y amigas ortodoxas. El toque especial lo haría, en todo caso, la capacidad distintiva de la mujer al poner su sensibilidad al servicio del desentrañamiento de un problema. Poner la razón limpia de rencores sociales no vendría nada mal. Lo mismo podría hablar de astros en una novela de científicos de un mundo alterno, que de una mujer que encontró la paz en un centro yogui y se volvió la mujer más zen del mundo, después de haber sido la calculadora representante de un gran corporativo; hacer un ensayo de las becas que nos siguen faltando, a décadas del discurso aquel de la Woolf, que un proyecto de textos extraídos de cantos antiguos entonados por mujeres. La cuestión sería arribar el proyecto desde la intención y no desde el impulso.

Por otra parte, el esperar un cambio de parte de aquellos que aún siguen tergiversando la función social, intelectual y hasta estética de una mujer en este multisobado "tejido social" es tan necio como alimentar, siendo mujer, esa opinión. El cambio debería llegar, creo, por parte de quienes nos atrevimos a hablar, a pesar de las piernas torneadas y los labios o pechos sensuales. Un cambio lento, sutil y profundo, ayudado por los recuerdos y testimonios de quienes también hemos tenido la suerte de encontrarnos con otro tipo de creadores e intelectuales -minoría siempre- que han sabido comprender e incluso admirar la capacidad analítica, sintética y creadora de las mujeres, de entender la existencia del mundo como una pintura realizada a cuatro manos; las dos de él y las dos de ella. Un cambio que se geste en la nueva historia, uno que lleve una bitácora sin prisa de llegar a una meta que realmente no existe, salvo la de hacer respetar las letras en igualdad de condiciones por la sustancia misma y nada más.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Gestos

Los gestos de la vida, eso es lo que hay que captar y quedarse con ellos.

Bienvenidos los protagonistas de este escenario tornasolado y cambiante que es la vida. Gracias por atender a los amaneceres, sus colores, la buena música, un poema, un abrazo de oso, un café caliente; gracias por ser la compañía que le da sabor a la comida de fonda, a las canciones vernáculas, las clásicas, las rockeras y las fresas, los plátanos, el maíz, los aguacates (no importa que a veces se den su taco) y a la espera interminable para alcanzar el autobús. Gracias por apreciar las esculturas del viento en la carne morena de la tierra, la flor plantada con un fin -el del cabello de la novia bonita de aquella banca- no comprendido por el hombre, las abuelas perfumando acacias a media mañana, las hormigas que se rinden ante las rodillas del niño y su emporio de canicas, el gigante de camisa naranja que va alejándose porque debe dormir temprano para a la mañana siguiente volver. Y vuelta a dar las gracias por atender a los amaneceres, sus colores, las telas de múltiples hilos y sus mensajes ocultos, las bebidas no enlatadas para su venta directa, brebajes de palabras buenas que van directo al corazón. La cama tibia, la recién planchada, la pulcrísima, la multiusos, esa ventana cómplice del mundo, la mesita que no se va porque algo nos sabe y si se marcha se borra de nuestras mentes. Los zapatos de todos los tamaños, los zapatos padre, los zapatos hijo y los zapatos nacituros. Las fotografías disparadas a mansalva una tarde frenética que sirvió de testigo para hablar de la materialidad de las cosas. Los sueños, los collares que les dan abrigo y luego no los dejan ir. Bienvenidos todos los ojos, los pequeños, los almendrados, los de dos colores, los encantadores, los enmarcados en tupidas flores negras. Aquellos que observaron el mundo hasta chuparle sus colores, sus sonidos, su sabor.

Los gestos de la vida, eso es lo que hay que captar y quedarse con ellos.


Para Víctor Mendoza