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miércoles, 10 de diciembre de 2014

Hay justicia en días nublados: hoy me llegó un libro de nada más y nada menos que El Colegio Nacional. Se trata de un hermoso ejemplar que le rinde homenaje a Octavio Paz. Muy pronto hablaré de este libro en Kaleidosónico, también tendré una reseña en este enamorado blog sobre "Lenguaje en libertad: El Colegio Nacional celebra a Octavio Paz", una edición y compilación a cargo del Maestro Eduardo Mejía.

Estoy feliz.

jueves, 20 de noviembre de 2014

No me vestí de negro. No lo necesito y prefiero pensar en la luz que viene. No soy niña new age, simplemente quiero creer que ya pronto se acaba la oscuridad.

Es el primer 20 de noviembre que me sabe muy acidulado, como cuando era niña y me hacía algo la vida que me obligaba a llorar detrás de los ojos. Leí en voz alta Alturas del Macchu Picchu, de Neruda, y por dios que no terminé.

Este es un mensaje para los que creen que no estoy aquí. Me duele el mundo. Sigo orando, la realidad, si no es con leyes, cuentos o poemas, puede cambiar con una oración.

¿Sí?

miércoles, 19 de noviembre de 2014

Afuera sigue haciendo frío y yo no puedo dormir. La secadora se ha prendido sola hace un par de horas. Pero más que el miedo a los fantasmas, le tengo pánico a la crueldad de la gente: ¿cuántos niños estarán allá afuera en pleno frío? Y aquí es cuando me pregunto si la tristeza sea un holograma, con eso de que ahora dicen que la realidad la fabrica tu mente. Cómo me gustaría pensar que de verdad soy capaz de erradicar ese dolor que me amputa las horas de noches como ésta, cuando estamos a dos grados y se me congelan los dedos, no tanto por mi tendinitis (o como se diga), sino porque no soy capaz de hacer algo. Y quién soy yo, ¿Superman? Me lleno de ideas, el insomnio viene.

Quisiera tener el dinero que de niña prometí tener para hacer el hospicio que soñé a mis nueve años. Quisiera tener el arrojo de mis 21 para volver a mandar a la chingada mi trabajo en gobierno, un día en que fui obligada a escribir y publicar un decreto por el cual los vagabundos y miserables se quitarían de la calle para llevarlos al manicomio. Quisiera tener el valor de mis 18 para decirle, de nuevo, estúpida a la compañera más rica de mi grupo en el Tec de Monterrey, cuando dijo que los obreros de la fábrica de colchones de su padre eran pobres porque querían. Después de tantos años, me parece, brinqué en definitiva de la ficción jurídica a la literaria. Sola, rodeada de libros escritos por gente en momentos de lucidez extrema, pretendo encontrar la paz que sé me hace falta ver en los ojos de quienes no comen bien porque a todos se nos olvida su existencia.

Cómo desearía tener una varita mágica, un libro con fórmulas escritas entre lineas para que al leerse la historia común se pronunciara el milagro de la transformación de los mundos.

Cómo desearía comprender la inequidad, después de chutarme cinco años de derecho...


martes, 11 de noviembre de 2014

Ayotzinapa, tus milpas como trenzas prometidas por la mujer a la vuelta de su amado, una tarde de sol.

jueves, 6 de noviembre de 2014

Trazo los planos para una ciudad que fue sobre los cimientos de la que será de mis hijos prestados. Un poemario así requiere tragarse saliva con sal de lágrimas, recuperar las voces para tenderlas sobre las ruinas.


Leer derecho inglés a esta hora es una adicción que no he dejado de tener desde los 20 años. Siempre he creído que es el peor de los inventos intelectuales y sin embargo, su practicidad es de una admiración sin límites.

La corrupción se esconde de maneras más elegantes, aunque retorcidas, y el campo para que actúen la justicia y la libertad se agranda o empequeñece según las necesidades del consumidor. Es como uno de esos salones armables con biombos y mamparas de triplay.

La simplicidad de este sistema es lo que hace tan descarados sus gobiernos, y lo que hace que sistemas como el nuestro se torture, en su afán por insertar en un sistema global cuyos principios son de este derecho, no del romano.

Y aunque pudiera pasarme mil horas hablando del tema, prefiero seguir leyendo. No me imagino cómo le harían allá para esconder escándalos como los de Ayotzinapa, cada día más lejano de ser arreglado aquí.

Buenas marchas, buenas noches.

miércoles, 5 de noviembre de 2014

Noviembre hoy fue como él mismo: gris, húmedo. Sereno.

Llenarlo de mi música fue el mejor acierto.


miércoles, 29 de octubre de 2014

No hay mucho qué opinar, no hay mucho qué discutir. Los temas, todos los temas del mundo, se vuelven nada cuando 43 cuerpos dejan de existir sin un fundamento divino.

Todo placer, todo dolor, pasa a segundo plano cuando te enmarca un no estado de derecho. Ya que suban las mentiras a la tele, que se jacten los vencedores de la burla que somos para ellos.

O tal vez no. Tal vez, por fin, el derecho de la revolución, tal vez el derecho a la revolución.

Aunque no podamos saber si pudimos tener hijos.
Quiero tres pares de ojos extras, hay tanta belleza escrita y tan poquito tiempo...

martes, 28 de octubre de 2014

Las venas del tiempo. Se viaja a la casa del padre para encontrar las raíces. Al final no hay nada, pues su voz está dormida, aniquilada para los decibeles del mundo, viva en los rincones de un cosmos que no se desvela a sí mismo sino hasta que morimos.

Caminaste conmigo, como lo hiciste hace 15 años, veinte kilómetros bajo el sol. Fuimos pobres por convicción, somos éter cuando no nos hallamos en los ojos del otro.


sábado, 18 de octubre de 2014

Presentación de la antología "Poesía Ahora. Nueva poesía coahuilense". 17 de octubre 2014



Dedicado para quienes creyeron en mi poesía. Gracias, Ramón, por inspirar dos poemas de ellos (Bizancio y Mantra). A Arcade Fire por inspirarme a escribir Joan of Arc y Hammonasset.

Y a seguir escribiendo poesía.



domingo, 12 de octubre de 2014

Mientras siga habiendo un ego desmedido, el acto creativo (literatura, arte, ciencia, filosofía...) seguirá siendo cacharros para el espíritu.
No hay pugna entre naciones, ni entre gobernantes y gobernados. Hay un profundo rencor de nosotros hacia nosotros mismos por haber intentado ser la supraconsciencia y fallar, caer. Escupimos a la divinidad (olviden la religión, ninguna es completamente buena porque viene del intelecto: la religión es la interpretación intelectual de una divinidad) sin saber que nos escupimos. Al decir que murió la fuerza que nos sostiene, nos validó para pensar y crear. Pero puro caos. Faltó el elemento del amor. ¿Quién ha visto que una teoría filosófica tenga sus páginas enamoradas? Volver a ser en vez de estar es cuestión de poner amor. Pero es que todo esto suena tan cursi, señores... Sigamos escupiendo ideas.

martes, 7 de octubre de 2014

Por primera vez en muchos años, siento que hacer lo que uno ama vale la pena morir. Morí muchas veces en mi intento de hacer literatura. Amo la literatura por sobre todas las cosas. Dios me dio la oportunidad de amar por sobre todos los seres humanos a un hombre que también ama a la literatura igual. Soy muy feliz. Muy pronto tendré dos poemarios. Y la producción sigue.

Habiendo tanta tristeza y miseria en el mundo, debo reconocer que la vida es grande conmigo. Tengo un hombre que me ama y admira y al que amo y admiro, una familia hermosa, mi vocación literaria va en ascenso y además trabajo sin sentirlo, pues hago lo que amo más en la vida.

Gracias, Señor, Señora. Son divinos estos regalos.

martes, 30 de septiembre de 2014

Acabo de llegar y me entero que el domingo un montón de saltillenses hicieron una marcha en contra del matrimonio gay. Qué tristeza, qué vergüenza siento: ¿ahora seremos la Cuna de la Involución? Ciertamente el matrimonio es un contrato legal a través del cual se establecen ciertas pautas por las que habrá de seguirse el negocio de formar una familia, y ciertamente este legado institucional, más que favorecer al amor, favorece intereses egoístas de una u otra parte. A pesar de que todos piensan que quien es gay es un ser libre, debería ponerse a pensar que bajo este contrato TAMBIÉN obtendrá los derechos sucesorios correspondientes a su cónyuge, así como prestaciones del IMSS y del ISSSTE. Entonces, ¿somos o no somos iguales ante la ley? Es un acto de verdadera ignorancia el que los mismos ciudadanos actúen en contra de su prójimo: el día de mañana, cuando haga falta unir esfuerzos en contra de las medidas opresoras que el Estado (entiéndase como figura jurídica, puede ser a nivel municipal, estatal o federal, y en sus tres poderes), la sociedad estará francamente dividida y llena de rencor. ¿Así es como la sociedad saltillense avanza? A veces resulta decepcionante vivir en esta ciudad, cuando los ilotas hablan.

miércoles, 3 de septiembre de 2014

El sonido es la unificación de todos los movimientos del mundo. Su luz y su sombra, el hueco entre uno y otro. No podemos saberlo si atentos estamos a la formación individual de sus componentes. Sólo cuando alguien es capaz de conferirle el sonido de otro a su mundo, se hablará de totalidad. Y eso es poesía.

Mientras plancho, la plancha emite el trinar más bello que anuncia la caída del verano. 

sábado, 30 de agosto de 2014

Correr por la Alameda después de vivirla como hija y después como mujer es un acto puro de entregarse a cada árbol y decir que sí, que todo lo volvería a vivir, porque esta es mi vida y la amo por ser mi mejor obra.

Mirando hacia el horizonte lleno de cantera y señoras de dudosa cintura, divisando al final de éste la cúpula extrañísima de la Normal Superior, donde me presenté bailando y recibía premios, de pronto me sentí ajena al pasado y consciente de que estoy en el punto del cielo donde debía estar. He aprendido a amar y a escribir sin pedir nada a cambio excepto la luz y se me ha concedido.

Doy gracias por esta nueva pantalla. No sé qué vendrá, pero mi corazón ya está en su sitio y mi intelecto al fin encontró cabida. Dejé al mundo malagradecido y me entregué, con la ceguera de un niño al nacer, al nuevo hogar donde las flores como Andrómeda se prometen bellísimas al nacer.
Si candidato viene del latin candia, blanco, ¿entonces quiere decir que por eso únicamente los criollos nos gobiernan?

martes, 26 de agosto de 2014

Que si el Fondo de Cultura Económica violó los términos de su Estatuto Orgánico al servir como plataforma para entrevistas presidenciales, sí. Pero eso no es lo más grave.

Lo más grave, señores, es que la normatividad está siendo desplazada de su lugar de origen para ser ejercida desde su lugar de facto. Así, poco importa si una ley, un estatuto o un reglamento dicen algo o no. La verdadera imperatividad de una norma, cualquiera que sea su marco, en el siglo XXI está transitando hacia el ejercicio libre de quienes lo representan, de empresas interesadas en el manejo de dicha imperatividad, en la nula capacidad de la justicia para actuar, en los cánones recién compuestos para tales fines: se trata de quedar bien, no de hacer el bien.

La transición de la normatividad, al menos del Estado, hacia una sociedad global encabezada por ONG's y empresas multinacionales, ya se veía desde hace quince años. Si tiene alguien duda, que vaya al Facebook o al Youtube, en donde las personas cada día se creen más capaces de tender redes lo suficientemente fuertes como para advertir, señalar, juzgar e incluso imponer la ideología del resto del mundo. Si a esto le aunamos el favoritismo del ser humano por la imagen, tan exacerbado en estos tiempos, tenemos como resultado que ya no se puede hablar ni de derecho positivo, ni de derecho vigente, simplemente porque esos conceptos ya comienzan a dejar de ser manejados como tales. De que existe el derecho como noción jurídica, filosófica y política, lo hay, el asunto es ver en dónde se encuentra ahora y cómo será asumido, desde su continente hasta su fundamento ulterior.

Mientras tanto, recomiendo leer el acervo del FCE como si no hubiera pasado nada. Y es que en tiempos en donde hacer literatura es casi igual a hacer nada, poco importa si un payaso opresor viene y se sienta en nuestro sillón mullido para reflexionar sobre un país cada día más desnudo.

lunes, 25 de agosto de 2014

Que ayer cumplió años el cieguito de Borges, ese argentino aristócrata que legó una biblia para desplazar al ser por los anales de la Inteligencia, el creador de cuentos altamente complicados y maravillosos que no temieron un sólo momento en tomar de los géneros posibles su mejor nota para hacer un instrumento de creación literaria altamente original, pero también filosófica: recién me entero que muchos de ellos están basados en postulados de filósofos idealistas, y entonces el mundo me cambia. 



La vida es un arco iris que incluye el negro. 

Yevgeny Yevtushenko





No hay un final. No existe un principio. Solamente existe una infinita pasión por la vida. 

Federico Fellini. 

Hace un par de horas asistí a un evento de música medieval en la catedral de Saltillo a cargo del grupo Danserye. 

Debo decir que este grupo es de lo mejor que he podido escuchar en materia de música medieval, tan difícil de ejecutar justamente porque en esa época no existía la idea de hacer música a través de partituras. Apenas se colocaban las palabras y el ejecutante, normalmente conocido como trovador o minnesinger (Francia y España en el primero, Alemania en el segundo), debía darles musicalidad. Era una especie de jugarse el ritmo por el todo lo que volvía especial cada obra. 

De Chretien de Troyes a Bernart de Ventadorn, pasando por Guillaume de Machaut y Rimbaut de Vaqueyras, el mundo medieval sorprende por esa necesidad de transgresión o transfiguración de la obligadísima encomienda de escribir música sacra para enaltecer los valores de las patrias en ciernes. Es esa misma rebeldía la que le da un toque de misticismo a la música de esa época y al encuentro que tantos siglos después le acontece: finalmente, tanto mayor es la necesidad de purificación del hombre por su naturaleza humana como aquella que deviene en creación artística. La verdadera ascensión no es aquella ofrecida por los santos, sino por aquellos seres humanos que, en su completa y rotunda humanidad, intentan transgredir al dogma para ser la divinidad por ellos mismos, sabiendo que ésta es acotada por la universalidad a la que se aspira conocer un fragmento, pero jamás el todo. 

Por unos momentos pensé que tal efecto quizá no se habría producido si la opresión ideológica de aquel entonces no hubiera estado tan acendrada, y me parece que el mismo efecto se duplica ahora, en un tiempo donde pareciera ser que las venas del conocimiento y la expresión están abiertas, pero por una paradoja filosófica dicha apertura las ha conminado a un estatus de oclusión jamás visto en otros tiempos. La dichosa plataforma informativa, la generación del conocimiento y tantas otras patrañas impuestas como dogmas educativos para los niveles inferior y superior, crean un cerco de fuego inquebrantable al superponer ideas ni siquiera preconcebidas, sino en curso de concepción, que sin embargo están tan fuertemente custodiadas por los fines, eso sí, concebidos como plataforma de nación global, que difícilmente podrían ser derribadas, incluyendo por las manifestaciones del "arte". 

Y es que para ser honestos, a este siglo, al igual que al medioevo, le sobran prejuicios. Los de ahora son más sofisticados que los de esa época, pero no por ello menos perniciosos. Todo lo contrario. Invitan a la laxitud en la creatividad, a la exposición desmedida de la miseria humana que, lejos de ser una visión balzaquiana de la vida con un propósito emancipador, se contenta con regodearse en el fango hasta la letra final de la página, de la canción o de cualquier otra expresión artística. Literatura, cine, danza, música, pintura y teatro también se han visto, de cierta manera, globalizados por la idea de lo que yo consideraría es el metanihilismo: se trata de anular el todo por el todo sin remordimiento de conciencia y de abarcar el sinsentido hasta que una ola de gravedad pase, a saber, una tercera guerra o la invasión alienígena, o peor aún, la llegada de reinos imaginarios de carácter divino. 

El rechazo de la ascensión espiritual no como una prioridad religiosa sino como una vocación natural del ser por recuperar el diálogo directo con el alma se ve, tanto en una como en otra época, como un tópico postergable e intransitable: se trata siempre de hablar de las guerras con el otro, la otredad en guerra, la otredad como culpable de la situación que el otro yo del actor descansa libremente, en espera, en el medioevo, del jucio final, y en esta época, de la compra de un Sony Z1 para vivir en una realidad virtual feisbuqueana más placentera. Por tanto, la manifestación de las artes se ve constreñida a una dinámica de elementos aislados que no aportan sino el eco de lo que civilizaciones venideras podrían tomar como la señal correcta para no tomar el camino equivocado. Esta dinámica aporta elementos sencillos y fáciles de reconocer e incluso de organizar, a saber, que sus variantes terminan siempre en la misma conclusión, ideológica o artística. 

La música medieval pagana es la respuesta a la sacralización de la miseria. Por eso es que no retumba ni enaltece las almas, por eso es que únicamente en las catedrales se oye y se conversa (y convierte) mejor en un lenguaje musical pobre, dentro de un contexto donde el poeta más avezado y osado toma aliento y arroja una o dos metáforas contra la naturaleza humana pero sin poder profundizar en su vacuidad. 

Del mismo modo opera nuestra música. La interpretación de los signos musicales nos avisan del cierre de una etapa en donde el sonido dejó de ser armonía para convertirse en un postulado de inconformidad y cobardía que no esconde pero tampoco lanza la piedra certeramente. 

¿Estamos ante el renacimiento? Me gustaría decir que sí, pero no sé si el tiempo alcance. 

Esto lo pensaba en la catedral de mi ciudad, y de pronto me vi rodeada por el gusto decimonónico de las tardes dominicales en una provincia que se niega a ser ciudad pero está invadida de centros comerciales. 


Coincidencias sonoras: el lied y la melancolía sabatina

Hace unos días leía un libro escrito con singular iniciativa: resignificar (cualquier cosa que les pueda decir ese neologismo global) al teatro, a la poesía, a la música y a la pintura dentro del contexto del holocausto (tema del que me ahorraré mi discurso por el momento dada su extensión). 

La idea era maravillosa: por primera vez en muchos años veía a un autor inteligente capaz de verter sensibilidad poética a una obra literaria. Y aunque el resultado no fue precisamente la consumación de una obra considerada, desde ya, como clásica (faltaría, claro, saber la clasificación de nuestros sucesores dentro de cien o doscientos años), me permitió observar que a este siglo le sobra soberbia y memoria del triunfo y le falta noción de la estética y algo llamado rebeldía.

No es que el acto de amalgamar géneros y artes sea un crimen. Todo lo contrario: ¿acaso la preservación de las estructuras es un deber, cuando éstas sirven únicamente a la producción de hostiles obras que desprecian al espíritu? 

La fusión de las artes en esta época, bastante más abierta que la capacidad del performance y la musicalización de la literatura y filosofía medievales, está pasando por una crisis en donde se cae muy frecuentemente en la trampa de disfrazar textos literarios para convencer al lector sobre la versatilidad del autor de escribir y/o saltar de un género a otro. Lo mismo ocurre en el campo de la música y el cine, en donde las estructuras, como era digno de esperarse, debieran ser transfiguradas para darle paso a una riqueza discursiva incapaz de contenerse en un sólo esquema. Sin embargo, la realidad es que estamos invadidos por innovaciones artísticas que nunca supieron el punto de origen desde su concepción y por lo tanto dan hacia la nada. 

No es tanto el caso de la obra que leí, quizá por eso fue que me emocioné de pronto al ver una protonovela creada en base a nuevos conceptos de la transgresión. Digamos que es la pieza puesta en el extremo positivo desde el cual veo al resto de las obras innovadoras que han salido en los últimos días: fusionar los tiempos y los géneros no es una cuestión arbitraria, si bien el arte jamás ha sido una sucesión de etapas ni procesos creativos.

El acto creativo multidisciplinario debería tener muchísimo más rigor al momento de mezclar como nunca antes se le ha impuesto esa obligatoriedad. Si bien el siglo pasado nos fueron anunciados los lindes del pensamiento y la creación del mundo occidental, el siglo en curso debería apostar, como algunos artistas ya lo han hecho, por la reconfiguración del acto creativo a partir de las estructuras dadas, para hablar ya no de lo mismo, sino de aquello que jamás ha sido hablado: si la cuerda o mecha se terminó por un extremo, es tiempo de viajar al otro lado de la vela, o de la Luna. Da igual. 

La apuesta de este autor por manejar su novela en forma de lied me pareció el acto más honesto y limpio de una disciplinada búsqueda hacia la renovación del arte, lo haya conseguido o no. Basarse en Schubert, básicamente, en la obra "La muerte y la doncella", es casi premonitorio: el mundo del arte es la muerte y la creación es la doncella. Mientras el primero la insta a morir en sus viejas ataduras, la segunda repele todo contrato que constriña su capacidad de desplazamiento por la vida. 

Mientras pensaba en eso, salí a la sala a escuchar lo que mi hermano oía. Era un cuarteto de cuerdas. Y era precisamente esa obra de Schubert. Eso: la atención a la sincronicidad de los elementos primarios a partir de los cuales puede nacer una obra es en este siglo la respuesta, y no tanto el afán excéntrico de mostrar que hay inteligencia y ruptura en un mismo creador. Se trata de jugar a renombrar al arte a partir del arte poniendo atención respetuosa al arte. 

No sé si en la época medieval se puso atención a la época clásica. Creo que no. Estaban dormidos. Por eso los órganos: es casi como escuchar un ronquido en una catedral. El ronquido del papa. El ronquido de dios esperando que el humano se libere. 

sábado, 23 de agosto de 2014

Traigo al Space writing de Man Ray clavado en la cabeza. Siempre supe que había uno así para mí y por eso el insomnio, la noche clara, el titipuchal de estrellas. Es la primera vez que mi deseo lo retrata.

Porque es el deseo el que hace que las cosas se originen, años atrás o posteriores a nuestra historia. El mundo y su verdad es un compendio de anhelos que nosotros mismos hemos creado.

jueves, 21 de agosto de 2014

El siglo XXI se equivoca en pensar que todo está dicho y escrito, pues la humanidad se la ha pasado repitiendo el mismo concepto erróneo. Lo que está visible y nadie lo escribe por obvio, lo que es importante y esencial pero no tiene cabida porque no es tan grande, eso es lo que no está dicho ni escrito. Mejor aún. Las palabras de vez en cuando acotan los caminos múltiples de la existencia.
A veces oigo la radio como una extensión del cuerpo. Hoy me tocó oírla como una extensión de la vida.
Dale nombre al anónimo y será un héroe discreto. Dale nacionalidad a ese héroe y protestará porque en verdad, el que es héroe, es dueño del mundo.
La valoración estética se olvida de sí cuando la belleza de lo creado puede platicar al fin con el espíritu. Eso lo saben los artistas. Eso lo olvidan sus egos.

miércoles, 13 de agosto de 2014



Yo sé que para muchos de ustedes es una cosa de nada, pero para mí, el que esta tarde me hayan llamado dos personas para felicitarme por mi programa de radio Kaleidosónico Programa Xhins es el regalo más bonito que pueda yo recibir. No estudié comunicaciones, mi padre siempre solía decirme que estudiara esa carrera porque "hablas mucho, hijita". Lo mío siempre fue llevar la contraria y además en mi tiempo le hice caso a una vocación que jamás se irá de mi vida. Lo cierto es que vivo la radio como un ritual que roza los lindes espirituales, siempre salgo aprendiendo algo cuando preparo mis guiones, siempre siento el hormigueo antes de empezar, cuando ponen cada canción (¿les irá a gustar?). Por sobre todas las cosas, amo poder combinar mi pasión literaria con los megahertz, es una suerte de performance donde todo puede ocurrir, desde el ensayo literario hasta un simple cuentacuentos. En la radio se pinta, se danza, se imaginan mundos a base de puro sonido. Estoy muy agradecida con la vida porque siempre me chifla en todos mis sueños y éste era uno de los más antiguos que tenía mi locura, la cual, dicho sea de paso, no se crea ni se extingue, sólo se acrecienta.

martes, 5 de agosto de 2014

REGRESEN RADIO ETIOPÍA A RADIO UNAM



CARTA A LA GENTE DE RADIO UNAM: 

A quien corresponda: 

Hace unos minutos me enteré que el programa Radio Etiopía no está más dentro de la programación de su maravillosa Radio UNAM. 

Simplemente no lo puedo creer. Como escritora, promotora cultural y también locutora de radio cultural, me siento sumamente defraudada de la actitud que han tomado. En verdad toda mi vida he apoyado con los ojos cerrados cuanta propuesta, cultural, humanista y científica han lanzado: sin la plataforma de esta máxima casa de estudios, México desde hace muchos años habría sido destinada a permanecer al cien por ciento como una maquila en todos los aspectos, no nada más en el económico. 

Deseo que vuelva Radio Etiopía. Exijo que regresen este programa a su horario de años. Por lo que pueda haberme dado como radioescucha, por lo que considero es importante mantener vigente, por lo que sé es una obligación conservar para que México no se contamine de ideas sin argumentos, o con fundamentos de barro mojado. 

No me defrauden. No ustedes. Estoy segura que los mecanismos de diálogo cultural y humanista que esta misma casa propuso hace décadas serán los mismos que ayudarán a entenderme como radioescucha y regresarán a su lugar uno de los pilares de la radio cultural alterna que tanta falta le hace al país. 

Los conmino a escuchar Kaleidosónico en el www.xhins.com todos los miércoles a las 18 horas, tiempo de la Ciudad de México. Si hubo alguien que me sirvió de ejemplo radiofónico, fue el gran Guillermo Henry. 


Atentamente: 

Marlén Curiel Ferman. 



Ustedes me conocen: yo no pugno por causas perdidas. Si desean defender no sólamente a este programa, sino también a las políticas culturales que hacían el equilibrio en este país, por favor envíen una carta expresando civilizadamente su inconformidad. La voz de todos puede hacer que una de las radios más completas y a la que le tengo un gran cariño esté de regreso con nosotros. 

contacto@radiounam.unam.mx

lunes, 4 de agosto de 2014

Hace algunos años alguien me leyó la sombra, el tótem, mi chamán, mi yo inferior en el reino del éter: saltamontes. Lo creí estúpido por verme a mí misma así, una suerte de remedo televisivo sin capacidad de aprendizaje.

Pero esta tarde, justo frente a los azulejos del baño, tan relucientes de excesivo sol, me vi con las piernas flexionadas un poco más arriba de lo que puedo hacer, y también con la rodilla un poco más alejada de lo que suele estar: tenía las piernas largas, demasiado largas. Piernas de saltamontes.

Por lo que pueda interesar o no, este pequeño texto no está dedicado ni decidido a ser un cuento ni un homenaje a Kafka. Soy una saltamontes, es verdad. Ahora lo entiendo todo, por eso llegó un Maestro.

jueves, 17 de julio de 2014

CAPÍTULO XXVIII

De cuando el "al dar la vuelta está un Oxxo, pasas dos cuadras y ahí está mi casa" ya no es referente formal. (Quiero que regresen las tienditas de abarrotes con nombres sui géneris, tipo "Mi despacho").


lunes, 14 de julio de 2014

Y después de esta mensturación mundial, les recuerdo que tenemos algunos tópicos quizá no tan emocionantes, pero sí importantes: las reformas nacionales, la solidaridad con Palestina, el índice de indolencia entre todos nosotros.

Buen sanlunecer.

martes, 8 de julio de 2014

Hay quienes nacen para crear paraísos, hay otros que nacen para destruirlos. Supongo que eso es, o un mero equilibrio cuántico, o una canallada de la vida. Lo digo porque ayer fueron las elecciones y, como siempre, ganó el PRI, a pesar de todo lo que se dijo en su contra, de lo que ya sabemos que hay. Me puse a pensar en los primeros señores que idearon los sistemas jurídicos y políticos en el mundo: o tenían un alma muy buena o eran unos soñadores de pacotilla. El caso es que la sociedad no va, no vota, prefiere vender su voto: esa indignidad del pobre que lo vuelve en verdad miserable. 

domingo, 29 de junio de 2014

Felicítenme, libros, galaxias de escritores, musas: hoy, hace dos años, me gradué en Letras Españolas. Es uno de mis tres pilares. Los otros dos, ser jurista (mañana 30 cumplo 8 años de serlo) y ser la mujer de Ramón.

La vida purifica y da. Nunca retiene y enfanga. Me da a cada segundo la exaltación de El Espíritu a través de las artes. Me da la justicia divina entendiendo y reformulando sus leyes. Me da el motor del universo a través del amor que siento y recibo de mi compañero.

Estoy feliz. Gracias, gracias, gracias.
Hoy es el día en que Holanda se pone, como vulgarmente se dice, de nalgas, para que México gane.

Lo he dicho toda la semana: La Royal Deutsch Shell nos espera con los brazos abiertos.

Algún día, en otra dimensión, seguramente habrá un país que se sepa levantar y se tenga amor propio. Una constitución que habla de soberanía no basta.

martes, 13 de mayo de 2014

El siglo de oro con su viejo axioma, tomo un café y me siento en la cama: Los sueños, sueños son.

Las pesadillas también se borran como pinturas antiguas. El amor es lo único que permanece.

Te amo, Ramón.

lunes, 12 de mayo de 2014

No creo en la virtud de las artes como mecanismo para la purificación del espíritu anegado en la absurda convivencia del siglo XXI. Creo en las artes como único país para volver a la virtud: quien crea sabe callar y quien calla sabe observar. La ley divina, las fronteras de la soberbia.

La degradación inminente de las artes como medio utilitario no me desanima. Quienes lo tomen así, fracasarán y ya hemos fracasado quienes respetamos con devoción infinita el lugar de las artes.
El siglo XX está destinado a permanecer intacto en su creación misma. Impermeable ante el posible tacto de manos mierda en el siglo XXI y quizás en ulteriores, es el único cuya formación y estructura es un código encriptado basado en la esperanza del desencanto: no hay más que agregar excepto la vida. La irrupción de la materia es una contestación inmediata a la muerte y tal vez por ello las corrientes y vanguardias que sacudieron al mundo.

Extraño al siglo XX, su ética estructurada en la pérdida de la fe en la moral que en este siglo nos ahoga: por moral cristiana se hace el bien, por moral se lee lo que te ayudará a ser feliz, porque en este siglo pareciera que es políticamente incorrecto aseverar que no lo somos como sociedad.

No tengo fe en el siglo que me toca, tengo hambre de tocarlo con algo que le despierte los pies.




// Recemos - diezmemos - votemos - callemos - aguantemos - olvidemos - durmamos - memoricemos - involucionemos - sometámonos - reprimamos - consumamos - agredamos - odiemos - individualicemos - muramos // VS. //Oremos - exijamos - hablemos - cantemos - creemos - creamos - liberémonos - recordemos - ajusticiemos - despertemos - soñemos - aprendamos - evolucionemos - imaginemos - construyamos - respetemos - amemos - congreguemos - vivamos./


La institucionalización del ser debe erradicarse empezando por la eliminación de los imperativos verticales.

lunes, 14 de abril de 2014

Todos llevan a un Marco Polo dentro
pocos somos los ciegos que siendo reyes
tomamos por cierta la bendición de las formas y sus contenidos
descritos por los sabios que no quieren llamarse Marco Polo
como tú

que viajas por la nube nueve al soñar
que viajas por el espacio libre de todas las estrellas
que en mi cuerpo pernoctan.

Todos llevan a un Marco Polo dentro
a falta de cópula de panorama blanco y universal
políglota en placer y amaneceres.

Tú y yo no, Amor
nuestro viaje es inaudito por no faltarle nada.

Inició hace cinco minutos y se renueva
con el quinto mes desde el primer beso de agua para el desierto
y de cinco en cinco planetas su galaxia completa
entre gritos de amor y esperanzas de mares insondables
listos para ser casa de agua sexual y también
hogar de nuestro húmedo fuego que inunda las avenidas.



Para Ramón Rey
(porque es ya es lunes)

lunes, 17 de marzo de 2014

Para mi periodiquero

El tiempo es un cruel pintor. Un tíner de alto potencial capaz de desmanchar ese cuadro llamado realidad. 

Hoy es el tercer domingo que no llegó. Hoy es el primer domingo que escribo, al fin, que no vendrá. 

Mi periodiquero murió hace menos de un mes. Así, sin siquiera haber podido abogar por su insistencia a la superación del cuadro que a él le habían pintado. 

La vida es a veces así: a algunos les da acuarelas u óleos y luego les corta las manos o de una bocanada les erosiona el color. A mi periodiquero le cortó un pie, luego la pierna entera. 

A todos en el barrio nos cortó veintitrés años de contemplación puntual del escurrimiento del óleo sobre nuestro lienzo. Llegó un domingo de febrero de 1991 a las siete de la mañana a entablar una amistad con el que considero yo es el más receptivo de la casa: Edmundo. Dos periódicos, el Vanguardia y El Norte. No sé cuántos pesos. Al siguiente domingo hizo lo mismo y al siguiente igual, hasta que de pronto, con esa sonrisa de descendiente de mongol o vietnamita, le propuso a mi hermano llegar puntualmente cada domingo con los dos periódicos bajo el brazo. 

Nunca falló. Aunque a partir de 2004 comenzara a llegar a las once y media con los bigotes escurriendo en caldo de menudo, para asco de mi madre y botana mía: nuestro periodiquero era una combinación de lavacoches entresemana, vendedor de nopales en cuaresma y un (siempre tuve la sospecha) joven con un leve rasgo de tara mental que lo volvía inocente y risueño, bajo cualquier clima. 

A él le tocó traerme mi primer cuento publicado, a mis diez años, en el suplemento infantil del periódico local. Lo esperé desde las ocho y llegó a las nueve y media. Eternidad para una niña con tendencias narcisistas. Él me decía: "Salió otra vez en el Día Siete" y a mí me sonrojaba. También le tocó verme en shorts y calcetones en mi etapa de febril investigadora jurídica: no tenía tiempo para buscar pants en medio de una disertación filosófica, así que salir en esas fachas y sin sostén frente al periodiquero que en realidad era como un primo, no tenía nada de extraordinario. 

Y es que sí, a esta casa nadie llega nunca los domingos. Salvo Miguel cuando vivía y qué curioso, también fue parte del tíner del tiempo al llegar cada vez más tarde. 

Hoy es el primer domingo que puedo enunciar con palabras más o menos claras mi conclusión: que el tiempo en domingo es la fuente más abierta de la verdad que alguna vez los aztecas dijeron: como una pintura nos vamos borrando. 

Vale decir que hoy llegó su hijo. Y de nuevo Mundo, ese ángel solitario, le abrió la puerta. 

lunes, 17 de febrero de 2014

Reflektor en RadioEtiopía

Las buenas noticias no terminan. Hoy lunes 17 los invito a escuchar el programa RadioEtiopía, de Guillermo Henry, en punto de las 11 pm (tiempo de la Ciudad de México).

Esta noche hay doble contento, pues se transmitirá el más reciente material de mi grupo favorito, The Arcade Fire, "Reflektor". Además, el buen Guillermo (a quien siempre le agradezco que pula mi poesía con su voz) leerá unos poemas míos.

Los esperamos en http://www.radiounam.unam.mx/

Les dejo unos promos para que vean de qué va el asunto.

http://www.youtube.com/watch?v=T2ig0cSYroo&feature=youtu.be

http://www.youtube.com/watch?v=MYU_avkd29g&feature=youtu.be

domingo, 9 de febrero de 2014

Oyendo "Claustrophobia" y "Yamagata", las dos últimas canciones del disco This is for the white in your eyes, del grupo danés Choir of Young Believers, reparé en la mañana. Quiero decir, en la mañana que se nos ha ofrecido a todos los que tenemos mi edad y años abajo: un cubo de muros muy altos, impenetrables, de metal y de piedra. La Edad Media con tecnología, la soledad de otra capa de oscuridad para dormir con los brazos pegados a las costillas y el pecho en la tierra.

"You give me claustrophobia", dice melodiosamente la canción. Todos intentamos escapar, la mayoría evadiéndose en el Facebook, las drogas, el sexo sin amor. Otros haciendo como que hacemos arte, invocando fuerzas que tal vez no lleguen o tarden mucho. 

Este disco es un disco conceptual. Habla del amor. Sí, nuestra generación volvió a creer en él porque sabe que es la única salida, pero no sabe muy bien si vendrá o si nos quedaremos conceptualizándolo por el resto de nuestros gadgets...aunque yo toqué la puerta insistentemente y me abrió alguien, que no es de esta generación, sino una pasada, más vital y con más sabiduría: eso, nuestra generación teme ejercer la sabiduría de su adn, de decir te quiero porque duele mucho abrir la boca. Yamagata, la canción final, es un canto dolido con pianos y ecos. 

Alguna vez dije que mi generación sonaba a un piano, pero no dije en qué acorde. Es en el acorde de la tristeza y el desencanto. 

¿Qué será el desencanto?, me preguntarán algunos. Para nosotros, es ver este mundo lleno de promesas tecnócratas sin un ápice de color humano, de humildad para el verdadero mundo. Nosotros, los primeros que crecimos con la teoría de ecologistas y ecos de amor y paz, nos formamos silvestremente entre computadoras a causa de la negación de nuestros padres hacia nosotros: en el afán de creer el paradigma del éxito y del bienestar, nos dejaron solos cuando fracasaron y vieron que mermaba la alacena, cuando hacía mucho tiempo mermaba la fuente principal, que es el amor. Todos murieron en vida poco a poco en el intento. Algunos decidieron salvarse a tiempo. Ahora guían con amor y misericordia a quienes transitamos el tramo. 

Nuestra generación y las venideras están encapsuladas en un concepto distorsionado del ser. No saben dar un abrazo, temen por su integridad emocional. La mayoría no sabe conectar sus sueños con el corazón y el intelecto. No es que no haya amor, es que sobra demasiado miedo.

Si escribo todo esto es porque ahora que Fortuna tocó a mi puerta puedo verlo todo con ojos de misericordia. Mi compañero y mi guía me ha dado, en tan sólo dos meses, el amor suficiente para desatar los nudos del tiempo (el mío) y caminar libremente, con el corazón en su sitio. Poco a poco, aprendo a vivir en amor cada día con la simple fórmula de responder el "buenos días, amor", "buenas noches, mi niña" que él envía. 

Desearía pues que a todos los claustrofóbicos de sí mismos les ocurriera algo así como a mí. Que abrieran la puerta un momento y se desnudaran de todo aquello que aprendieron, como dice Pessoa en un poema que me encanta. 

Que un domingo cualquiera el mundo de esta generación dejara de sonar a piano tristón y mejor a trompetas y guitarras. A risas, las que nos debemos desde la infancia. 



miércoles, 1 de enero de 2014

En veinte años transitamos del nacimiento del movimiento del EZLN a la reforma energética. No cabe duda que lo nuestro es la involución, o mejor aún, la consolidación de la adolescencia de la cual no hemos salido. Feliz 2014, México, ojalá nos llegue más dignidad y sentido social en cada cosa que hagamos.