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jueves, 30 de abril de 2009

Influamneza

Qué botana, el virus de la influenza no ha sido hallado en los cerdos (¿?), en EEUU y otros países se vuelven locos por tener apenas 13 míseros humanos enfermos (igual daría que tuviesen varicela o escarlatina), escucho una paz que da miedo porque no es normal tanto silencio... y pa' acabarla, en el DF se suspende el "hoy no circula". Creo que hace más daño lanzar al ruedo a los millones de autos sin verificar -y que por lo tanto consumirán oxígeno puro, ahora tan "indispensable" si pensamos que en realidad existe una enfermedad -no digo que yo lo crea, simplemente hablo de una falta de congruencia en las acciones de la gente-. Y pa' que me odien, acá en Coahuila no han habido personas contagiadas (la influenza no es de la gente, ya saben).

Estoy harta de escuchar sólo eso en las noticias y en la plática de las personas. ¿Será que este virus cicla los cerebros y además actúa como una especie de amnesia? Sí, amnesia para olvidar y dejar de lado el que Chrysler y GM cerrarán por algunas semanas su producción; amnesia para reclamar el encarecimiento de la canasta básica; amnesia para reclamar que la gente cada día está más jodida. Pobre, sí, pero sin influenza, dijera el otro...

Autoexplicación de la alerta no. 5

No era que ya hubieran dejado de producir el Chanel no. 5 (con lo único que dicen que la Monroe se dormía... sin comentarios); no es que hayan censurado al canal 5 por pasar a Facundo y esos cuates. No es una clasificación para adultos demasiado adultos... Entonces, ¿qué es?...

Por fin entendí lo de la alerta en no. 5: Un muertito (de lo que haiga, dijo el compadre), por cada continente. Conclusión, La Parca anda atarantada por la influenza.

¿Debemos berrear? No.
¿Debemos retobar? Tal vez.
¿Debemos vivir lo mejor que se pueda? Sí.

Por el niño que llevamos dentro

Y no, no es un diálogo entre dos panzonas celebrando con jugo de naranja y ácido fólico. Me refiero al 30 de abril, fecha que en México está destinada a festejar el día del niño.

Comprendo que muchos dirán que soy una contradicción con cara de mujer, peeero, una cosa es no ser partidaria de ir a comprar el juguete más chingón para sustituir el tiempo que ya no fue al lado de los niños que tenga a su alrededor (benditos satélites-huracanes), y la otra es aprovechar el día -oportunista que soy, ya me conocen...- que se le ha destinado a los huercos, escuincles, lepes, morros, críos, enanos, duendecillos... niños... para hablar un poquito del tema. Es sólo un día -como también se le dedica un sólo día a las mamás, a los papás, a dar amor y tal- y la intención es aprovecharlo todito, para ver si de pura suerte la celebración se extiende a otros días a lo largo del año.

Bueno, ya estuvo de la misma perorata que siempre doy. Mejor, aquí les va unos puntos algo recomendables de seguir, aunque sea por hoy. Tenga o no niños en su casa, en su oficina, por su cuadra, o donde sea, usted no debe olvidar que en realidad tiene un niño siempre con usted, y es usted mismo, pero hecho niño. Los escritores, filósofos y otros señores sin quehacer aparente mas que el estar observando el caos creativo, le llaman "inocencia". Pero suena a mujer y encima se presta a ser llamada como "Chencha". Por tal motivo, los demás preferimos llamarle "el niño que llevamos dentro".

Hay que recordar que ser niño no es sinónimo de tonto, inexperto, aprendiz. Es sinónimo de libertad, de fe en lo que uno hace, de alegría de la nada, de vista con un horizonte grande-grande (como el del anuncio de la Cheyenne). Ahora sí:

1. Que lo primero que haga al despertar sea recordar algo que le pasó de niño. Algo feliz. Atrápelo bien, es un recuerdo que le servirá para los siguientes puntos.

2. Ya estando con el recuerdo en la mano, báñese como solía hacerlo cuando niño. Si pensaba en cosas como ir al espacio, bucear, escalar una montaña o salvar el mundo, éste es el momento para volverlo a hacer.

3. No lea el periódico primero que leer algo más agradable. Cómprese un cómic y léalo. Le aseguro que el mundo no morirá si no leyó primero la internacional por leer su cómic favorito. Si no es de los que lee el diario y se pone a ver las noticias, ponga las caricaturas. Para los que tienen cable, el canal Boomerang suele ser una buena opción.

4. Coma lo que le dé la gana. Si es un helado, adelante. Lo que sea. Hoy es su día. Se vale ser inmaduramente responsable de su felicidad. Nada más hoy es 30 de abril. Mañana ya otra vez será lo mismo.

5. Si tiene la oportunidad de llevarle algo a algún niño de la calle, hágalo. Probablemente a usted le cueste unos 30 pesitos, pero al niño tal vez le dé un día con un color más bonito.

6. No se ponga histérico en las filas del tráfico. Juegue en su celular algo divertido, nada de jueguitos que sólo estresan porque siempre le impiden pasar al siguiente nivel.

7. Vístase como le dé la gana, Versace no pasará por su calle hoy.

8. Ríase de la vida, antes de que la vida se ría de usted. Si duró siendo niño por un buen rato, fue precisamente porque no tomaba tan a pecho los desaires de esta dama.

9. Abrace a algún compañero amargado en el trabajo. Invítele un chamoy (o lo que sea) por los buenos tiempos.

10. Dé gracias a su niño interno por darle la capacidad de seguir siendo vulnerable, tierno e inocente. Dígale que jamás lo va a dejar solito y que por él usted sonríe hasta verse guapo (guapa). Dígale que por él, ahora como adulto ha sabido volar. Agradézcale que haya sabido aguantar los madrazos de la vida y dígase a sí mismo que está contento con el adulto en el que se convirtió, porque, sabe...

Todos seguimos siendo niños en la medida en que lo queramos.

miércoles, 29 de abril de 2009

Aviso:

Si usted al oír los acordes iniciales de la canción Rubber Ring de los Smiths (la cual puede escuchar aquí mismo) y de pronto se acordó del estribillo santanero-cumbiero aquel que decía: "¿y a cómo me lo dá?/a veinte pesos";

Si al salir se encontró por la calle a alguien que le pareció extremadamente atractivo y al dar la vuelta él (ella), usted se dio cuenta que era su ex y caminó derechito -como los abanderados de las escoltas- sin saludar;

Si al presentarse un escritor de renombre algo viejito y está a la espera de un autógrafo y mira salir del baño a un viejito idéntico al escritor -hasta con traje igualito, de lento caminar y todo el show- y les hace a todos apartarse para que baje las gradas y ellos caen igual que usted porque creyeron en la posibilidad de una excepción a la ley de que un mismo cuerpo no puede estar en dos lugares a la vez (o porque todos están igualmente miopes y atontados);

Si luego en la misma espera comienza a hablar con una señora rimbombante del escritor viejito y se le ocurre decir que es normal que esté viejito porque tiene 76 y la señora le contesta que ella tiene 74 y usted no se la cree -y además, no sabe si decirle que tal vez a los 76 se verá igual que el escritor o que la compadece por no ser él, porque al final él sí vivió más que ella-;

Si usted piensa en algo muy triste (como un desfile de puntos en Soriana caducos por no haber sido usados a tiempo) para no reírse en la fila del banco porque está solo (usted, no el banco) y no puede parar de reírse porque se acuerda del viejito del baño...

No se preocupe, no es influenza. Simplemente es felizmente despistado y ya.

Que pasen buenas noches, si les pareció que les caía el saco con lo expuesto anteriormente, no se apuren: yo dije "matanga" primero. No por algo lo escribí yo.

Jacuna batata... No coman tristezas.

martes, 28 de abril de 2009

Atención: Nuevo Billete de 20 pesos



¡Ah, raza! :P

XX años

Hoy cumples veinte años y nadie te dará un abrazo. Ayer todos te escribimos a través de nuestro lazo sanguíneo, la PC, un Happy Birthday que no suena igual. Los emoticones sustituyen la voz de los de dieciséis, pero a los que tenemos más de veinte entendemos que un beso y un abrazo reales saben mucho más lindo, porque los hueles, los sientes, los escuchas. Pero un beso con emoticón y pastel emoticonado...

Lo sé: suena a patada de mula en orbe desierta. Suena a beso con olor a cubrebocas. Conozco y reconozco tu cara porque en ella alguna vez me vi. Porque así se miran todos los que tienen veinte años: se tragan el mundo literalmente. Juegan con él, lo ensalivan, lo acarician, lo patean, lo escriben y lo lloran.

Pero hoy nadie te dará un abrazo. Si supieras que a mis veinte sólo tres personas me dieron uno, no me lo creerías. Y si lo crees, no le pondrías la más mínima atención porque no fue tu culpa.

Y tienes toda la razón.

Algunos elegimos las circunstancias porque nos gusta experimentar. Pero hoy, precisamente hoy, que tú y todas las células universales que se dispersaron el mismo día que naciste, me duelen las malas elecciones de mis células dispersas en edades distintas. Verás, después de los veintincinco ya no sólo piensas en tí. Porque eres tú pero eres todos. Y los todos que a mí me tocan te han dado un feliz cumpleaños sin abrazo. En tu vigésimo aniversario.

Si te digo que el tiempo se para a merced de quien lo paladea, me cerrarías la ventana presionando la tachita en la esquina superior derecha. Pero si te digo que el martes dentro de dos semanas seguirá siendo tu cumpleaños porque así debe ser, porque así queremos hoy, tal vez sólo sientas que hoy es un día para ver youtube o para leer lo que hemos sido y no nos acordamos hoy.

Hoy cumples veinte años. Dices que has vivido poco y que te sientes vieja. Yo te dije que habías viajado mucho y te quedaste callada. Que te llamabas flor y no veinte años, y te reíste. Pero es verdad. Yo también tuve veinte años y me asomé por la ventana para ver qué había. Recuerdo sólo haber mirado los dos primeros años porque el resto era para mí muy lejano. Creí no haber viajado tanto y una mañana a los veinticuatro me sentí muy cansada por el trayecto que hice desde el Hogar hasta este mundo azul raro. Todos lo hacemos. Todos viajamos. Tú también viajaste desde allá.

Te dije que no intentes correr y me pareció verte ya las rodillas raspadas. Eso es lo más interesante de los experimentos. A todos nos dicen lo mismo y todos vemos cuando al que aconsejamos se cae. Disfruta el porrazo. Disfruta el llanto melodioso que sale de tu cuerpo cuando te sientas vencida. Pero sólo ese momento. Si lloras otro poco, llorarás después por no haber reído y madrearte a gusto en las siguientes secuencias.

Si me preguntas en cuál secuencia estoy, te diré que ya perdí la cuenta. Y no, no estoy nada vieja como para padecer alzheimer. Precisamente por eso, me he olvidado de traer puesto un reloj. Quiero un día amanecer arrugadita un día y reírme del desmadre que me tocó por personalidad. No sé tú, pero la felicidad y el tiempo y la juventud mezclados son un albur. A mí me gusta alburear, no que me albureen. Prueba y verás que es cierto.

Por último, cuando te diga que eres ave y eres grande, no me retobes. No soy tu madre y aunque conozco una de tus caras, te juro que no lo sería. No sería muy lógico pensar que puedo guiarte con mis veintiséis. En seis años se vive un sexto más de lo que has vivido tú, pero nada más. Si te pido que no me retobes, es porque yo ya lo he hecho. Y por cada vez que he retobado, me ha costado un poquito más volar tan alto como al principio. Siempre se logra. Se logra porque uno lo cree y lo crea. Así que no me retobes otra vez.

Hoy cumples veinte años. Y nadie te dio un abrazo. Pero te quedan 364 días para celebrarlo también.

Feliz cumple.


Para Eugenia y para todos los chicos mexicanos que hoy cumplen años y no podrán salir.
El enclaustro es del cuerpo, no de la mente.

I-pod

Se sentó en el sillón níveo y turgente para ver la tele y se dio cuenta que ya era parte del staff. Alguien le dio su libreto y otro más le alació el cabello. Él no entendió por qué el "curly" de siempre ahora no era bien recibido.

Buscó entre su saco un cigarro y descubrió polvo de estrellas. ¿Adónde se habrán ido las calles de los setentas? Habían pasado ya treinta y cinco años y los niños ya no decían por favor ni gracias. No era falta de educación. Tampoco había pelotas persiguiendo a los niños. Todos estaban escondidos en sus casas viendo caricaturas raras.

Preguntó por el lugar más concurrido del momento. No quería ligue, quería conversación. Un rey sin corona a veces también tiene ganas de un poco de atención, impulsar el diálogo. Le dijeron que caminara tres cuadras y media, doblara hacia su izquierda y caminara otras cuatro, luego diera vuelta a la derecha y caminara otras dos y que ahí el paraíso emprendía en esa mancha gris de drenaje dudoso y gente que abraza y habla cantadito.

Se rió por lo de paraíso. El paraíso eran sus manos de adolescente cachondo que jugó con su otra mitad en medio de una alcoba llena de luz y olor a orquídeas. De los cabellos de ella nacieron los meridianos y las horas; de sus caderas, las latitudes y las lenguas. Del sexo de él, nacieron los álamos y las flores. Y uno que otro cuerno de venado.

Caminó y llegó al lugar. Era concurrido en verdad.

Dos de polietileno, por favor.

Él pidió lo mismo. Al ver esos objetos extraños, como el sexo de Eva sin rajada, se preguntó si el joven con cabello a mitad de la cara le habría tomado su pelo y su cara para complementar la mitad escondida.

No, Señor. Aquí las personas no se reúnen por placer. Esto es una farmacia.

Pinche escuincle. Le vio la cara a él, Dios, con apenas 21 años.

Ese wey... anda buscando un lounge en vez de buscarnos un patriarca nuevo que inicie la diáspora a las letras.

Sacó su I-pod. El hombre del cabello lacio se veía guapísimo. Casi-casi un dios. Los años sesenta le pintarán como si dibujados por el rayo de Zeus y frente a un espejo que ama su mismo yo pero con otra cara. Bien valía todo eso. Se había choreado al galán más bueno y más dormido de la compañía de luz y color.

lunes, 27 de abril de 2009

Todo de un golpe


TODO DE UN GOLPE

Julio Hernández
La Jornada

Lunes 27 de abril 2009



Todo de un golpe: mediante un simple decreto, sin siquiera tomar la opinión del congreso pripánicamente controlado, el ocupante de Los Pinos se otorgó a sí mismo (a través de su dependiente, el secretario de Salud) facultades discrecionales para aislar individuos, allanar casas y locales, hacer compras cuantiosas sin licitación pública y suspender concentraciones públicas (¡Aguas: llegó la SS!). Además, la crisis provocada por la influenza opacó y desequilibró las campañas electorales en puerta, incrementó la desesperanza cívica, introdujo el virus de la desconfianza y elevó el del conservadurismo en la plaza normalmente liberal del Distrito Federal, colocó en las calles de esta capital del país a soldados en misiones hoy solamente sanitarias, permitió que por televisión abierta de alcance nacional (Televisión Azteca) se transmitieran misas católicas y tendió una cortina de humo viral sobre temas polémicos en curso como las cuentas públicas de Fox, la propuesta felipista del estado militar de emergencia, las amenazas de represión neoporfirista en Cananea y el escándalo de la Lotería Nacional en Campeche (donde Germán alegremente reinstaló como coordinador de la campaña panista a uno de los acusados por el caso de soborno).

El tapabocas político y social tiene como antecedentes los manejos tramposos que los mismos dictaminadores de hoy han hecho en temas como el narcotráfico, la crisis económica y los préstamos recientes (sólo ayer, 205 millones de dólares del Banco Mundial). La suspicacia colectiva va de los diez mil muertos por asuntos de drogas al riesgo de fallecimientos por una epidemia tardíamente detectada y mal manejada; del catarrito de Carstens y la fanfarronería original de Calderón a la influenza porcina que en otras latitudes no ha provocado el estremecimiento que en México; de la buena fe y la evidencia mediática de que el problema es real al temor de que esté siendo utilizado políticamente por los siempre desesperados ocupantes ilegítimos del poder mexicano, deseosos de trastocar los escenarios electorales que en estos momentos les auguraban derrotas sonoras en comicios federales y locales; de la creencia en las intenciones más o menos buenas de los gobernantes a La doctrina del shock, el libro en que Naoime Klein (No logo) demuestra que el capitalismo emplea constantemente la violencia, el terrorismo contra el individuo y la sociedad. Lejos de ser el camino hacia la libertad, se aprovecha de las crisis para introducir impopulares medidas de choque económico, a menudo acompañadas de otras formas de shock no tan metafóricas: el golpe de la porra de los policías, las torturas con electroshocks o la picana en las celdas de las cárceles.

Hechos públicos, intenciones privadas (aunque, ¿cuán comprobable es lo que hasta ahora las autoridades federales y capitalinas han mantenido en el controlado ámbito de las declaraciones a los medios, sin dar datos específicos de los muertos, sin permitir que especialistas independientes analicen los reportes médicos y tengan acceso a evidencias biológicas de la epidemia?). Desgracia pública, negocios privados. Catástrofe de temporada, apocalipsis de fin de semana, adiós momentáneo pero augural a la convivencia táctil (no a los saludos de mano y de beso) y el médico guanajuatense Córdova saliendo al paso, junto con el trastabillante semisecretario de Educación, Alonso Lujambio, que habría reprobado un Enlace de primero de primaria por no saber contar ni el número de días que no habrá clase (tres y pico, dijo el funcionario), y el sargento Javier Lozano, que para compensar los malos tratos a los obreros se desvivió en amabilidad hacia los empresarios para ver si les da su regalada gana atender las circunstancias difíciles del país y no aprovechan la situación para correr o castigar a quienes falten al trabajo o lleguen tarde.

1984 con el Big Brother epidémico o los preparativos para filmar una versión local del guión de los hermanos Wachowski que acá se llamaría Con D de Desconfianza o el 666 conmemorativo del segundo año de la legalización del aborto en el Distrito Federal (regreso a clases, el 6 de mayo; dinero disponible para enfrentar el problema, 6 mil millones de pesos; número de tapabocas repartidos en el D.F., 6 millones)? El desamor en los tiempos de la influenza a partir de los tapabocas de azul panista. Ciudadanos sometidos a la dictadura de la miseria institucionalizada, con sistemas de salud abatidos por la corrupción de funcionarios y empresarios y por el pensamiento neoliberal todavía dominante en las élites. Cuerpo social extenuado que de pronto se encuentra con los anuncios de fin de mundo mientras, por ejemplo, en Estados Unidos, los casos son pocos, controlados y sin muertes. En Washington se declaró ayer el estado de emergencia de salud pública, pero ello no es sino un mecanismo usual para destrabar fondos que permitan enfrentar oportunamente determinadas incidencias susceptibles de empeorar. Y ayer mismo, John Brenman, el asistente de la Casa Blanca para asuntos de seguridad interna, negó (y con ello le dio fuerza a la especulación) que lo sucedido en México fuese un bioterrorismo y aseguró que es muy temprano para saber si hubo una acción premeditada para generar el brote de influenza porcina.


De la felicidad...

No sé si la felicidad será un albur o no. Pero por lo pronto, yo les deseo que tengan un lunes feliz.

Los amo, venga el sol.

Mar.

domingo, 26 de abril de 2009

Con la mano desconchabadita

Un beso enorme para mi Alex Coronado, que el pasado lunes fue atropellado y ahora anda malito de su mano derecha.

¡Ánimo, mataor! Que todavía te quedan muchos alumnos de francés pendientes. Y muchos viajes al extranjero con tu grupo de Folklórico Alianza, también.

Sabes que te adoro, espero sigas mejor.

Mar.

Feliz-feliz no cumpleaños

Para el Arlequín Mayor, o séase, Sergio Iván, alias "El Chato", de la escuela de Letras, quien llegó a sus 24 primaveras este 24 de abril.

Para la Marichole Galarza, que hoy está llegando a los 31 veranos (después de los treinta ya no son primaveras).

Ya andamos saliendo del estatus pendexae que me caracterizó este fin de semana (intoxicarse por alimentos y estar en internada en el seguro no es lo mismo que tener influenza mental y creernos los choros de la tele).

Luego me platican cómo les fue con los regalos y qué chismes hubo en la parranda del Chato.

¡Un beso! Y feliz-feliz no cumpleaños.

Sergio Pitol y una canción de bujara

Con motivo del día internacional del libro, el Icocult, en coordinación con el Programa Nacional de Salas de Lectura nos trajo a un ser místico y viajero, más diplomático por sus viajes y su autonomía de espíritu que por sus cargos diplomáticos en sí.

Me refiero a Sergio Pitol, a quien tuve la oportunidad de escucharle leer su cuento "Nocturno de Bujara" enmedio de nardos y un ambiente feliz y dicharachero que hasta las puertas había permeado el fara fara del profesor De León.

Con 76 años a cuestas y un problema neuronal que le impide leer correctamente, el Maestro Pitol arrasa con todo esquema que se pueda tener del literato desenvuelto en ambientes cultos e inspira la quietud de la inocencia danzante en el espiral o phi que guarda la perfección de las cosas. No en vano la estructura de todos sus cuentos y relatos están hechos en esa figura.

No puedo sino dar gracias a la vida, parafraseando a la canción de la Sosa, por haber escuchado en una misma tarde a dos gigantes. Tengo tal suerte que hasta me obsequiaron el libro de este Escritor, quien me lo autografió.

Pero todo esto no habría sido posible sin la presencia de dos personas que se saben poner a la altura de la magnificencia de las letras como lo son Buba Santos y Víctor Mendoza, quienes hicieron todo lo posible -y con un resultado fenomenal, honestamente lo digo- que una utopía entre institución y programa, un párrafo en papel opalina que se lee cada año en informes que nadie entiende, una realidad tan tangible como la misma luz que tocó la pluma de este sabio escritor a quien no puedes sino ponerte de pie y quitarte el sombrero por amar tanto a las letras como para despojarte de los complejos que acarrean las burlas y las impaciencias e intolerancias de gente obtusa de mente que no entienden que cuando uno se entrega a las letras se entrega a ellas incluso antes que al amor de pareja.

Está demás decir que es indispensable adquirir el libro Ícaro, la más reciente obra -que recopila los más bonitos cuentos de este Escritor- de la editorial Almadía. Y está demás decirles a Buba Santos y a Víctor Mendoza que deseo que la cuerda les dure mucho, pero mucho más rato porque la gente lo agradece con su asistencia a los eventos que planean. Porque las letras lo agradecen con su permanencia. Y vaya que sí.

Resplandece el Municipal de Cultura de Saltillo

Pero no con luz propia. Fue el Escritor Jesús de León Montalvo y su fara-fara Los Primos quienes le dieron luz y calorcito a un evento que estaba destinado a ser un fiasco.

Eran las seis y cuarto de la tarde del día jueves 23 de abril del 2009 y ya la gente se abarrotaba, pero en los stands de la librería Santa María, quien vendió libros a 5 pesos cada uno (usados -los libros- por supuesto), así como en el stand del Archivo Municipal de Saltillo, quien se aventó un 10 al poner sus ediciones con un 10, 20 y hasta un 30 % de descuento. Algunos enanos estaban también en el stand de José Cruz Almonte, alias "Tachas", quienes estaban muy divertidos con su taller de creación literaria.

Pero en el stand dedicado a las letras hechas voz, no había ni un alma que no fuera de las mismas que siempre nos congregamos en todas partes. Seguramente el IMCS tendrá motivos de sobra para justificarse, como que ese día hubo ventarronales y lluvias raras y soleadas; o que con la ley antimedios (para los que no lo saben, en Saltillo está prohibido usar los medios de comunicación para difundir los eventos realizados por el gobierno municipal, pues se prestaría a una lectura de proselitismo, según esto) no hubo manera de convocar a la gente. O que quizás los invitados a leer sus propuestas literarias -los mismos de siempre, salvo Chuy De León, Ángel Sánchez y Lucía Sánchez- no son muy atractivos para la comunidad saltillense que digamos.

La cosa comenzó a cambiar cuando leyeron un texto de Buba Santos que habla de los vikingos, los mexicanos y el futbol porque la gente empezó a voltear a ver qué pasaba. Luego ya se subirían Ángel Sánchez con su voz aguardentosa y Lucía Sánchez quien se aventó unos poemas de Benedetti y Lorca como hacía mucho tiempo no escuchaba a alguien recitar y la efervescencia de las letras ya se oía cantar. La gente se congregaba poco a poco y me di cuenta que todos teníamos algo en común: fuimos, somos o seremos alumnos del titán de las letras saltillenses (le pese a quien le pese), monstruo, némesis y pesadilla de las estrellas fugaces literarias de la localidad: Jesús De León. Algo en el ambiente sonaba a expectativa, a ganas de estar aguantando aironazos nomás para verlo desplazarse con su rugido-voz en ese momento.

Con su fara-fara y pulcro hasta las suelas de los zapatos, desde que subió al improvisado escenario el Maestro Chuy De León hizo uso de la fuerza de su personalidad y así cautivó e hipnotizó a la gente que sin dedicarse a las letras -y que pasaba por ahí nomás para ver qué había- no paró después de aplaudir y reír. Son las clásicas personas que tienen chips imantados que congregan a su vez otras tantas. Pasada la primera media hora de la lectura de un ensayo musical, ya la gente que estaba ahí era en su mayoría personas que no pertenecen ni deambulan en el género artístico-literario. Y cómo no, si el Escritor sabe presentar una investigación hecha a manera de ensayo lúdico que habla de la canción norteña como una herramienta de la tradición oral y como testimonio de la cultura fuerte y bronca (digan bronca muchas veces y verán lo que sucede) que es precisamente la zona del norte de nuestro país.

Interactuando con el fara fara, quien interpretó míticas y famosas canciones como Los Ojos de Pancha, Agustín Jaime y Lámpara sin Luz, las letras de De León hacían taconear hasta los zapatos más apáticos. La presentación del Maestro dejó a todos tan contentos que cuando finalizó, mejor dejaron sus asientos para disfrutar de lo que quedaba del evento de Sergio Pitol a permanecer sentados escuchando algo que de plano ya no tendría el mismo nivel.

Hay que reconocer que el esfuerzo que hizo el Instituto Municipal de Cultura para rendirle un debido homenaje a las letras y al objeto primero que las ha hecho llegar hasta nosotros, el libro, esta vez sí fue considerable, y que la gente finalmente apoyó la causa y el evento en sí. Y es necesario reconocer también que se tardaron mucho en pensarlo. Ni modo, habrá que ver si para la próxima se preocupan un poquito más por el patito feo de las Bellas Artes en un día tan importante para la literatura como lo es el libro.

jueves, 23 de abril de 2009

Dos frases y una fecha para recordar

Sonó a canción popera de los rbd's. Futaaaaa.

Frases:

Hay días para quedarse a mirar / hay días en que hay poco para ver / hay días sospechosamente Light / hay un deseo que pido siempre que pasa un tren.

Mi Gin-Tonic / Andrés Calamaro



Escucha como si mañana fueras a quedarte sordo

Helen Keller (Ah, jijo... ¿verdad que hasta los camiones suenan a sinfonía?)


La fecha:

Hoy 23 de Abril (dicen) se celebra el Día Internacional del Libro. Hágame el favor de no ser poser y andar caminando con Platero y yo o Hegel. Aunque sea un librito electrónico, cárguese uno...

Y LEA Y LEA Y LEA Y LEA Y LEA Y LEA Y LEA Y LEA Y LEA Y LEA Y LEA Y LEA Y LEA

Gracias. Feliz Juerves.


PD: Pa' los que quieran llegarle, Sergio Pitol a las 6:00 p.m en el patio de Icocult y una sorpresisha (que ni yo misma sé qué es) de libros a las 7:40 en la Plaza de Armas.

Zas, estaremos los que estaremos, por si quieren tomarnos fotos... Jó!


23 de Abril Día Internacional del Libro. Del Libro Día internacional 23 de Abril. 23 de Abril Internacional Día Libro Del. 23 del Libro Día Internacional de Abril. Libro del 23 de Abril Día Internacional.

miércoles, 22 de abril de 2009

Minicuento

Y que al salir hubiera un bebeleche que me llevara al mismo colegio, pero en otro lugar. Que la leche no supiera a vainilla sino a nuez y chocolate.

Y que al entrar al carro fuera el mismo pero ya no fuera el mismo carro. Nadie sabe si lo que uno le da nombre de casa es en realidad lo mismo que te dio techo ayer porque la luz nunca es igual.

Salió con el cabello escurriendo de recién lavado. Y los trenes parecían mariposas. Y los camiones, guijarros.


Miércoles-un-feliz-deseo-les-yo-besos-y-mando-retihartos-les

/rompecabezas pa' las neuronas en vías de ponerse neuras/ fragmentación del disco duro de la autora de este blog/ mensaje de la nueva ola de la lengua española, versión 3010

Señales de pelos

Hace rato llevé en mi auto a un conejo negro. Hace dos semanas, acaricié la cabeza de una gata hermosamente siamés y de ojos azules. Ayer no le dije al perro pinto de enfrente que no me dejara sus gracias en la banqueta.

Señal de que estoy perdiendo la alergia a los animales con pelo (de ahí mi debilidad por las golondrinas y las tortugas... bueno, aparte de otras cualidades de estos animalitos).

El miedo cae cuando dejas de estornudar frente a una criatura simpática que no tiene nombre porque es algo más que una mascota.

Señal de que estoy más viejilla. Y náamás.

lunes, 20 de abril de 2009

Réquiem por el correcaminos (el que persevera alcanza)

Me estaba durmiendo cuando se me ocurrió darle click a la liguita del messenger donde viene que el coyote por fin atrapa al correcaminos.

Weeeeeeey. Utaaaaaa maaaaa. Qué espanto me dio. Yo, que toda mi vida esperé ver si un día al pobre coyote se le hacía comer correcaminos al mojo de ajo, me quedé impactada con el final que le dio la Warner Bros. Qué cosa tan espantosa -como diría una amiga de mi amá-: pero que si se dieron vuelo con la violencia los encargados de cumplirle el caprichito al japonésido -saludos a Miguelito Pitti- que de seguro pagó una millonada pa' ver al correcaminos vencido.
Gracias a la Warner Bros. por funcionar como despertador, en verdad lo necesito pa' acabar la tarea...

Y hablando a máscara quitada, la verdad es que el chigado correcaminos se lo merecía.

Ahí les dejo el link:

http://www.youtube.com/watch?v=Zgj-aNxh_zQ&feature=player_embedded

"No dejes para el lunes lo que el martes puedes hacer mejor".

domingo, 19 de abril de 2009

"Sí, bueno, yo no sabía que volara el tiempo tan pronto.

Pero es que había tantas cosas qué soñar...".

-¿Qué clase de excusas son ésas? Conteste.

-No hay nada qué contestar. Más vale volar muy alto (sin pedir perdón por hacerlo) que pedir permiso para volar.

(Fragmento del diálogo entre mi conciencia utilitarista-explotadora frente a mi recién adquirido ocio de vacaciones de semana santa).

viernes, 17 de abril de 2009

Y llegó un tren loco. Y con él, el cine.

Hace rato estuve en una conferencia titulada "Y llegó el Cine", a cargo de Américo Fernández, un gran conocedor de cine en mi ciudad. El evento fue en las instalaciones del Archivo Municipal, un lugar adecuado para recordar (o mejor dicho, encontrarnos con) los orígenes del cine.

Dos semanas atrás, leía un artículo de Eduardo Thomas en Día Siete (no. 450) sobre la importancia del cine experimental, y recuerdo que lo primero que se me grabó fue el párrafo inicial, porque habla del impacto que tuvo aquel cortometraje de los hermanos Lumière en el que se muestra a un tren que va a toda marcha hacia el público. El autor decía que a pesar de ser una imagen bidimensional, la gente entró en pánico y salió de la sala de proyección.

Bueno, para que vean que yo tenía ganas de verlo y que mi mente es muy poderosa (o que soy una suertuda pocamadre a la que la vida le regala cosas chingonas), ahí tienen ustedes que Américo tuvo la genial idea de mostrar precisamente ese cortometraje con el plus de llevar a un pianista de carne y hueso para que hiciera la música de la época del cine mudo. O séase que entre Gerardo López (el pianista -saludos, Gerry-) y Américo, aquello fue durante veinte minutos la sala de cine que muy probablemente Fina y Lupe presenciaron en sus años mo(co)zos. La verdad es que sí es impactante. Digo, ya realmente uno no cree que pueda pasar nada si lo ves sin tantos efectos de ambientación. Pero si logras imaginarte que estás ahí, en un siglo que apenas despierta, carente de toda la información iconográfica que ahora existe, en un pueblucho de porka en donde no pasa más que el coyote, sí sientes como que la máquina te devorará apenas llegue a su punto final.

Presentó algunos extractos de personajes que hicieron magia a través del cine. Hubo un señor -les debo el nombre- que hacía actos de magia valiéndose de las imágenes en transición y se cortaba la cabeza una y otra vez hasta colocarlas en columnas y hacer que todas platicaran con él, quien aún conservaba su cabeza bien ajustadita al cuello. En otra secuencia, también sale el mismo señor reproduciéndose ocho veces, y en cada una de ellas tomaba un instrumento distinto hasta formar una orquesta, con todo y director. Estaban tan bien hechas las tomas que me cae que ni George Lucas habría logrado tales efectos.

Luego nos transportó a las diferentes etapas del cine, sus diferentes tonalidades en cuanto a perspectiva y usos, que fueron desde la instrospección austrio-alemana hasta la creación del maravilloso Charlot de Charles Chaplin, personaje entrañable que refleja la dignidad de un flemático en la miseria, producto marginal londinense que a pesar de jamás haber sido rico tiene los modos de quien valora sus propios movimientos.

Pasaron también una Juana de Arco muda y muchísimo más impactante que cualquier otra versión posterior, y el Acorazado Potemkin, de Serguéi Eisenstein. Qué cosa, de verdad que jamás había visto una película de cine mudo con tanta carga en la trama y en la trasposición de imágenes, las cuales son repartidas en secuencias caóticas que contraponen los valores negativos y positivos de un mismo eje. Por ejemplo, hay una escena en donde una madre carga a su hijo malherido tras haber sido pisoteado por accidente en un caos que se desata cuando el ejército trata de meter en cintura al pueblo; ella camina retando al ejército mientras el resto de las personas se arrinconan o se pegan contra los muros para evitar ser fusilados. Al final, el ejército -que en palabras de Américo jamás tiene rostro por ser un ente colectivo sin identidad propia, a diferencia del pueblo, que es retratado minucisoamente y cara a cara por el director- la mata, con esa erosión de sentimientos que muy pocas veces se logra ver en el cine actual.

Verdaderamente fue un placer escuchar a Américo durante casi dos horas. Nos llevó de la risa al estertor con tantas imágenes mostradas. Y de paso -al menos yo- aprendimos cosas nuevas del cine. Sinceramente, y pese a que me puedo considerar una cinéfila no tan peligrosa como melómana, reconozco que me gusta ver las películas por su arte, pero la mayor parte del tiempo ignoro nociones precisas como las que Américo tuvo a bien mostrarnos hoy, como lo de las imágenes antitéticas -el ejemplo que puse arriba es una de ellas- que muestra la película rusa que iniciaría el movimiento cineasta de corte revolucionario.

Al salir, un Charles Chaplin interpretado maravillosamente por Homero Craig (saludos, Homer) no paró de tomarse fotografías con los asistentes, quienes agradecían al conferencista las buenas dos horas que nos dejó en una tarde de juevecito chido. De pilón, nos dieron vino blanco y pues ahí se prestó el lugar pa' saludar a otros miembros del Club de los Imposibles -del cual formo parte, obvio-, como Víctor Mendoza, Carlos Klein, Cirilo Recio y Paty Gutiérrez Manzur (directora del Archivo Municipal), entre otros.

Me gustaría que cosas como éstas siguieran dándose en mi ciudad. Y me encantaría ver a más gente de otros puntos de mi Saltillo que ha crecido como el Borras asistiendo a ellas, porque realmente vale la pena desenchufarse de la jungla del asfalto (como dice Livio Ávila) para ver imágenes de alguien que soñó que su sueño lo superaba.

Y este post va dedicado a las coincidencias cósmicas, pues resulta que ayer 16 de abril, Charles Chaplin cumplió 120 años de haber nacido. Y mi abuela Lupe cumpliría años el día de hoy.

jueves, 16 de abril de 2009

Algo de Cronopios

FLOR Y CRONOPIO

Un Cronopio encuentra una flor solitaria en medio de los campos. Primero la va a arrancar,
pero piensa que es una crueldad inútil
y se pone de rodillas a su lado y juega alegremente con la flor, a saber: le acaricia los pétalos, la sopla para que baile, zumba como una abeja, huele su perfume, y finalmente se acuesta debajo de la flor y se duerme envuelto en una gran paz.
La flor piensa: "Es como una flor".


TORTUGAS Y CRONOPIOS

Ahora pasa que las tortugas son grandes admiradoras de la velocidad, como es natural.
Las esperanzas lo saben, y no se preocupan.
Los famas lo saben, y se burlan.
Los cronopios lo saben, y cada vez que encuentran una tortuga, sacan la caja de tizas de colores y sobre la redonda pizarra de la tortuga dibujan una golondrina.



Fragmento del cuento "Sus historias naturales". Del libro Historias de Cronopios y de Famas de Julio Cortázar.

miércoles, 15 de abril de 2009

Hubo fandango folklórico


Y las autoridades, como siempre, callaron sus bocas.

Venían de Torreón, representando al teatro Isaura Espinoza. Se llaman Nahucalli. Y bailan más hermoso que los de Saltillo. La maestra de ceremonias dio gracias a las autoridades estatales, "dondequiera que se encuentren". Qué vergüenza, qué tristeza. Sacrificar al arte y la cultura por motivos de linderos, fronteras, ciudades y políticas municipales y estatales. El Fernando Soler no es para la polaca. Es para la polca. Y para los jarabes y los sones y los danzones.Y para las obras de teatro, y los recitales, y las óperas, y los fara-fara...

Tomé 130 fotos. Éstas son las más rescatables:























Y todo este esplendor sucedió el lunes 13 de abril.

domingo, 12 de abril de 2009

Estimada Isabel:

Deploro muchísimo que usted como escritora ande profanando el dolor de toda una generación -o dos o tres- al decir que América Latina tiene poca memoria histórica. América Latina calla por el temor que causan sus guerrillas, sus descontentos asfixiados con televisión, amedrentamiento político, libros de texto oficiales que llueven mentiras, salud enfermiza que se mira en los ojos de gente en la miseria que no alza la voz porque, como su historia -y la de sus ancestros- les ha dicho, no vale la pena. La vida es lo que se cuida a falta del pan. Es miedo lo que hace callar. Es fatiga generacional. Nunca poca memoria histórica.

También deploro su falta de atención a la política internacional. Es en América Latina donde los gobiernos de la oposición han logrado ganar puestos estratégicos, electos siempre por un sistema falaz -pero bien utilizado, al menos por esta vez- llamado democracia. Busque en Google las palabras Chile, Bolivia, Venezuela o Brasil. Lula Da Silva, Evo Morales, Hugo Chávez, Michelle Bachelet. Le darán información precisa para ver que lo poco que tiene el pueblo latinoamericano de memoria histórica lo han sabido utilizar para intentar al menos cambiar el panorama político social, especialmente en América del Sur.

Supongo que para usted debe ser más cómodo quejarse de lo que no fue en sus tiempos. Nadie le niega el dolor de su familia al ser expulsados tras el golpe de estado que dio Pinochet. Pero tampoco negamos que su novela "La casa de los espíritus" sea una referencia histórica obligada en términos de la perpetuación o transmisión escrita de lo que ha sido la historia chilena -que es parte de América Latina-. En todo caso, podríamos calificarla de un testimonio interno y burgués -de izquierda, pero burgués al fin- de lo sucedido en aquella época. No creo, en lo personal, que su libro me traiga referencias puntuales de los genocidios cometidos en esas décadas, como tampoco creo que su obra pueda ser considerada como un sustento de investigaciones formales, ya que en su mayoría los nombres de los personajes están alterados. Considero más bien, que su libro es una alegoría parcial del dolor nacional que sufrió su país -y los miles de exiliados que como usted salieron a salvaguardar sus vidas- , pero nada más.

Entiendo también su cómoda posición al hablar desde Estados Unidos. Recibir las regalías que tanto esta novela como otras tantas, rosas, dramáticas y sin estructura sólida que ofrezca nuevos parámetros a la literatura moderna -al menos la hispanoamericana- en su casa soleada de San Rafael, California, es el entorno ideal para reescribir las conductas sociales, colectivas y grupales del pueblo latinoamericano que hace mucho tiempo dejó de contactar.

La exhorto, pues, a darse un baño de cristianos empobrecidos que no tienen poca memoria histórica. Ellos sobreviven al recuerdo que les contaron sus padres. Ellos caminan con sus familias destrozadas, desintegradas, frontera de por medio. Usted lo ha vivido. Pero hay millones como usted.

De no querer hacerlo, la exhorto a ocupar el lugar de la recién fallecida Corín Tellado. Tenerla en Vanidades quizá no le recupere la memoria histórica a un pueblo latinoamericano que según usted la ha perdido (a la memoria y tal vez también a usted). Pero sí le mantendrá su casita de sol estilo Barbie Escritora. Eso que ni qué.

Abajo lo preconcebido

"Tatoo mental/para marcarse la imaginación//Tragos de luz/para alumbrarse la vida"...

Zoe-Nada.


"La cabeza no se pierde de la noche a la mañana, sino de la mañana a la noche".

Giommera 2009.


Procuren que lo segundo les pase muy seguido hoy. Y abajo lo preconcebido...

viernes, 10 de abril de 2009

Santos silencios, Batman

"¡Santos Silencios, Batman! Algo mal anda por Little Jump".
-Robbin pasmado en Saltillo.




Respiro la paz de un Saltillo que huele a ladrillos amarillos en 1991. Los carros se subieron al cerro, se deslizan en la autopista hot-wheel que cobra cuotas estratosféricas nomás por joder. Los fuereños se fueron donde sus fueros valen, sus orígenes, sus momentos felices. Los acaudalados andan en viajes largos y cálidos, y uno que otro clasemediero se ha ido a las ciudades históricas para estudiar lo que ya no hay.

A pesar de los aironazos, he sabido valorar los días santos, no por su contexto o su connotación religiosa, pero sí acaso por la gravedad de sus silencios. Invariablemente recuerdo la Calzada Antonio Narro conducida por papá en abril para ir donde la tía Rosa. La panadería Mena con su mito de que el pan sabe bueno porque agarra el agua del arroyo que corre al lado del local. Mamá comprándome pantalones pesqueros en una fábrica de mezclilla que ya no existe, y que se ubicaba por la calle de Múzquiz y Lerdo. Mi hermana noviando, siempre noviando: para ella la palabra día era sinónimo de serenata, beso cursi y tierna flor. Mi hermano escuchando rock, new age, clásica, Serrat y otros cuates. Yo como perdida en un mundo de cristal rosa en donde todo era posible, pero no en mí.

Amo estos días silenciosos desde que llegaron mis incómodos vecinos. Reguetoneros que son, han sabido evolucionar sus bolsillos con la mística de las lunas y de una bocina destartalada que retumbaba en las ventanas de las casas cercanas, han comprado un sistema de audio que suena mil veces mejor, pero que jamás sustituirá la sensualidad de las frases de Agustín Lara, o de aquel bolero que decía "derramo alisura", con "déjame lamerte tu cosita"o "muévelo mamita, qué rico, mami".

Amo también que no haya viviendas histéricas, carros con neurosis por el V. Carranza, y una alameda atestada de frutos de las navidades y las primaveras y los quinces de septiembre pasados. Las señoras de la vela perpetua oyendo parsimoniosamente las siete palabras son un ejemplo al estoicismo en viernes seco con aire lleno de alergenos.

Me preparo para atesorar el regalo del silencio en días de guardar. Yo no guardo nada estos días, excepto mi ansiedad. Una que se exacerba cuando llega el sábado de gloria y todos salen de sus madrigueras. Y la neurosis, esa que tanto me inspira y me quita el sueño, vuelve a rondar.

miércoles, 8 de abril de 2009

No son nada fotogénicas

No son nada fotogénicas, mis golondrinas. Apenas sale como alma de artista muerto el flash de mi cámara integrada al celular y las pobres están como condenadas a ser picassos en vida, si bien les va: ora la cabeza achatada, ora el pico muy largo, ora ni la cabeza ni el pico, porque su nido las cubre de lo que, a simple vista de todas las fotos digitales -y las instantáneas polaroid de este año- pareciera el bisoñé de algún cincuentón casquivano.

Quizá sean mis dedos puntiagudos los que le restan precisión a sus caritas y a su porte mamón. O tal vez el celular esté hecho para retratar camionetas con flores pero nunca nidos con golondrinas. O que me falta una súper cámara que jamás compraré porque prefiero comprar libros. El caso es que no estoy conforme con todas las fotos que les he tomado, por lo que decidí emitir mi sentencia final: las golondrinas no son fotogénicas.

Al menos no las de esta casa.

Pero cómo las quiero, caray.

La Tour Eiffel... nulle

Nina Mouskori cantando Nabuko en francés y la gente escuchando con romanticismo que empalaga: "liberté, liberté". ¿Por qué habría de interpretar una cantante del área más miserable de toda europa una canción así? ¿Por qué la admiran tantos subdesarrollados? ¿Acaso creen todos ellos que merecen entonarla? ¿Qué han hecho por libertar a sus pequeños y desafortunados países?

Arriba, un montón de sucios inmigrantes árabes, la piel morisca, el olor a cuscús; allá se ven unos latinos con la libido a todo lo que da, el olor de sus axilas destila feromonas, las mismas que sostienen la pancarta "seguridad del empleo". ¡Que se alegren por pertenecer al gremio laboral sin ser de esta tierra! Por mí, que se largaran todos a sus casas de origen. No me importa si son de palo o de teja. El manifiesto de libertad de nuestra Francia querida aplicaba sólo para los que estamos adentro. Decir que era para todos es un mito que trascendió a la realidad, una muy utópica, por cierto. En fin...

Encima, chinos y japoneses a mi derecha. Tanto amarillo que viene a ver este bellísimo monumento, homenaje al siglo de las luces y al intelecto, sonríen entre sí sin saber por qué. ¿Qué tiene de graciosa la torre? ¿Les recordará lo hacinados que viven en Shan Gai o Hong-Kong? Son lerdamente simpáticos, los amarillos. Miran estupidizados con sus cámaras lo que verán detalladamente en sus casas unas semanas después. Graban al edificio porque dicen que les cuenta las huellas de la historia y el arte modernos occidentales. Yo más bien pienso que es por idiotas: jamás gastaría mi dinero en ir a un lugar en donde no entiendo lo que veo -se nota que son imbéciles los que nos visitan-. Pero cada hijo de Mao es un mundo...

Y para colmo, los empleados de la Eiffel se ponen en huelga. Que se regresen a sus pueblos, a ver si ahí les dan lo "poco" que ahora tienen. El malagradecimiento tiene nombre de inmigración.

Monsieur Dupont caminó cuesta abajo el primer barrio parisino. El olor a sebo en el metro lo reconforta. Se sienta con los suyos mientras lee el diario: a su izquierda, una rubia que se trenza los pelitos en las axilas; a su derecha, un hippie urbano que toca los tambores con sonido a pasuco.

Y nadie lo nota. Es tan ligero como su paso racial por el mundo de los vivos.

Campaña lancemos un zapato

Campaña lancemos un zapato:


  • A los que dejarán sin agua 4 días allá, por el ombligo de la luna.
  • Al pobre diablo que murió sin que él participara en la protesta contra el G-20 (a propósito, ¿alguien me puede decir por qué ahora son tantos?).
  • Al que se quedó sin zapato por lanzárselo a un funcionario hindú (pa' que tenga uno de repuesto, uno nunca sabe cuando haga falta).
  • A los que ajustan los parquímetros en mi ciudá: antes, un peso por 15 minutos; ahora, el mismo peso nomás me da 10 minutos.
  • A este post que se autodestruirá en dos segundos...

martes, 7 de abril de 2009

Plan-neta azul/Amarylis friolenta

De repente hizo frío. Ayer treinta grados y hoy no subimos de once. Amarylis anduvo lacónica y sensual... qué chafa se portó Amarylis hoy.

Confieso que traigo las neuronas en la almohada. Intento leer y se me vaaaaan se me vaaaaan. Así que decidí jugar ajedrez con el Ismael y dejé que me ganara... ya estoy dando declaraciones como los entrenadores del Cruz Azul.

Al rato renuevo mi licencia que me acredita como cafre. Es una lástima, mi foto de pelos rojos se irá... buuuah.

He visto y leído las noticias. Está raro que los que no tengan vacaciones también descansen de dar las ocho columnas de siempre. Más que raro, es "asustador". Me quedo con la de que a un señor le transplantaron la cara y las dos manos. ¿Sentirá las texturas de la vida igual que antes? ¿Le dolerán las bofetadas del invierno igual? ¿Se sentirá parte de sí mismo, o más bien actuará como un anfitrión forzado? ¿Será un huésped de sí mismo? ¿Recordará las mujeres que abrazó, empezando por el pecho de su madre?

¿Y qué quieren McCartney y Starr cantando sin los otros fab-two? Así como que dan penita ajena... ganas de llorarle a la década de los sesenta y setentas, ganas de reírme cáusticamente con mi apá.

"Con tu permiso o incluso sin él/ éste es el momento/ aún estamos a tiempo...
y el pulso sin descanso".

Planeta Azul/Amor Platónico No. 5 (búsquele, por ahí dije quién es).

lunes, 6 de abril de 2009

La novia de Esso (¿Acaso tienes tarjeta de crédito?)

Primer domingo de abril. Primer salida en domingo desde hace varias semanas. Flojera a más no poder todo el bendito medio día (debo reconocer que desperté tarde, no digo qué tanto, tengo pudor en ciertas áreas de mi vida). Todo se junta: cambio de horario, inicio de las vacaciones, prurito a los estándares sociales. No me gusta salir en domingo para ver familias acartonadas, mejor sería ver felices a sus integrantes cada quién por su lado y haciendo lo que les pegue en gana. ¿Qué cuernos con ir a comer juntos y las caras largas, pienso yo? No hay momentos Coca-Cola, esos no existen ni existirán jamás.

Total que fui a comprarme unas chanclas al Wal... y no aguanté ni veinte minutos. Sí, soy misántropa en días de aironazos, lo tengo que reconocer. Ya de rato le llegué a un restaurante muy conocidillo de aquí llamado Las Brazas (así, brazas, no "brasas"). Pedí lo de siempre (memela de bisteck) y me puse a ver sin lentes un partido de fut.

Al fondo, en la misma dirección que daba a la tele de pantalla plana -tan plana como lo que se transmite- estaba una familia con tres diablos y dos malos padres. Dos niñas y un niño, todos monos, simpáticos, pero bien mimadotes, de esos que no quisieras tener como sobrinitos en tu casa: "¿Puedo saltar sobre tu edredón, tía?; ¿Por qué no juegas a ser nuestro pony? Le rompí un brazo a tu muñeca favorita; ¿Verdad que los libros son para rayarse con crayolas? -si fueran mis hijos, esta última tal vez la soportaría-; ¿Me perdonas por destruir tu I-pod?". Pienso que lo único que los salvaría de estar en mi familia sería mi amor de tía o de madre, pero nada más...

Los niños eran abominables, se jalaban de los pelos unos a otros y escupían la comida que sus papás les daban en la boca (aunque el menor ya tuviera como cinco años). Sus padres tenían cara de resignación y la comida transcurrió en santa entropía para ellos y de santo escarmiento para mí. Si tengo descendencia, juro que no vuelvo a escribir en contra de los padres de niños-demonio en caso de que me toque uno. Espero que dios tenga misericordia (si es que dios existe, claro).

En eso pasó una payasita grotesca con dos globos que se parecían a los de Esso, como pardos, como si tuvieran seres vivos adentro, como si retinas de niños malportados que los hacían brillar porque al final de cuentas el que sean malportados no quiere decir que san perversos. Todo niño a priori es un ángel caído que es más ángel que humano. Y por eso no deberían crecer jamás.

Era grotesca la payasita por ser gorda y tratar de ocultarlo usando una blusa con escote y rayas blancas y negras horizontales. Traía un jumper todo rabón, a la RBD, y si se reía yo me echaba para atrás de mi silla al recordar a los esquizofrénicos payasitos que el tosco ortodoncista Gilberto tenía en su consultorio: las paredes repletas con payasitos que enseñaban las nalgas rojas después de una tunda recibida, la inocencia encapsulada en la nariz roja de un payasito de la ex URSS que se mostraba todo famélico y en vez de dar risa daban ganas de llorar, el clásico payasito andrógino con la cara perfecta y las lágrimas negras. Todo un aviso a lo que se venía después: puro llorar y llorar por dentro por las jaloneadas de bandas y brackets, arcos y ligas. Su risa era igual a la estentórea sonrisa de metal que podía morder hasta arrancar un pedazo de cuerpo.

Pensé que era injusto juzgar así a la pobre mujer que se ganaba la vida en un restaurante llena de mastodontes mientras se paseaba infelizmente melancólica y al mismo tiempo histérica por todo el lugar. Miré sus ojos y traían una carga de madre soltera o por lo menos dejada, un dejo de soledad y cólera por el mundo que le tocó sentir. O a lo mejor andaba en sus días y yo, como siempre, pienso que las cosas que son tristes lo son porque un violinista nórdico las inventó el día que su abuela le contó el cuento más gris de su existencia al leerle los pozos del café.

Los niños de inmediato la vieron. No dijeron nada, comieron un poco más felices y, para fortuna de sus padres, más serenos. De pronto pude oír hasta el gooool del equipo, pero a pesar de que yo rogué que dijeran de quién había sido, no pude saberlo. La vanidad y la apatía de ver lo que ya se espera ver tiene sus desventajas.

Me paré al baño y cuando regresé, el papá de los engendros ya estaba en la caja pagando mientras la madre se desdoblaba en tres para aplacar a su prole. Les limpió sus fauces con una caricia delicada, La Bella y los Bestias en el restaurante y yo sin pagar mas que mi agua de horchata sin hielo y mi memela.

Todo marchaba en orden hasta que reapareció la payasita con sus globos. El menor la espetó con una pregunta digna del énfasis de un niño-emperador:

-¿Y mi globo?

Los que estábamos por ahí volteamos a ver la escena. Supongo que es parte del morbo dominical ver una imagen acartonada y tierna que nos haga decir "aaaaaay, qué lindo, cuerillooo, cosiiiita, ternuriiiita".

Pero no.

La payasita se paró con las piernas separadas, en actitud de un cow-boy de los buenos tiempos -No puedo darte uno, no pagaste tu comida con tarjeta de crédito.

El niño se quedó boquiabierto y voltea a ver a su mamá -A mí no me miren así, no me dijeron nada -contestó la madre como si ella fuera la alumna regañada y su hijo el decano de la universidad más nice de todo México-.

-Pero yo tengo dinero -le dijo el niño a la payasita de sonrisa de metal.

-¿Acaso tienes tarjeta de crédito? -ésta vez el niño fue un transformer desarmado.

-No.

-Entonces no te puedo dar el globo, éstos son para los que pagan con tarjeta de crédito.

-Pero puedo pagártelo -le contestó el niño con aire retador.

-Ah, ¿traes efectivo? -y otra vez el niño se quedó sin palabras.

-No.

-Entonces, ¿cómo vas a pagarme el globo? -y aquí fue cuando creí que ella era la hija en 3D de Krusty El Payaso o que de perdido era la novia no conocida del payaso de la película Esso- Si no tienes tarjeta ni dinero, no te puedo dar nada, así funciona la cosa, m'hijo.

La mamá arreó a su hija la segunda, quien ya estaba preparándose para defender (como siempre, las mujeres al rescate) a su hermanito en problemas. Les dijo algo a los tres mientras les daba empujaditas tiernas en la espalda. Las dos mayores entendieron. Pero el menor no.

-Voy a traerte mis diez pesos y el dinero que mi hermana me va a prestar y te compraré ese globo, al rato vendré.

La payasita nomás les daba avión diciéndoles un sí meloso que en su boca sonaba aberrante por contrastar con su caracterización y su personaje perversón. Porque, ¿acaso no es perverso traer al mundo de las divisas, la lana, el billete de plástico, las monedas que huelen feo, a una criatura que aunque malcriada no deja de ser inocente?

La gente guardaba silencio. La payasa de Esso se puso a mover sus barcas-caderas con amenazante canotaje por el pasillo que da hacia el zaguán del restaurante, mientras iba ofreciendo sus dos globos horrorosos a la gente que comía.

-¿Quieres un globo? -me dijo y yo cerré la boca que descubrí mantuve abierta en todo lo que duró el sketch.

-No, gracias -le dije con la voz entre mis traumas, mis miedos al payasito ése de las películas (dejé de odiarlo cuando soñé que asustaba a las monjas del colegio), mi incredulidad ante el descubrimiento de que Krusty no es un ser ficticio, sino uno muy real.

La payasita se fue al WC. Yo tenía ganas de ir también, pero preferí ir en el Teatro de la Ciudad. No era miedo, más bien fue aversión. Una que me hace ver cuán lejos estamos los humanos de sensibilizarnos ante los ojos de la inocencia, aunque muchas veces a ésta le dé por engendrar niños malcriados. Estoy segura que ninguno de los tres sería capaz de jalar del gatillo de la pistola que va matando de a poquito las intenciones por las que los niños deciden nacer (dar alegría, caos, amor).

Y a todo esto... ¿por qué me ofreció globos si yo no iba a pagar con tarjeta de crédito?

domingo, 5 de abril de 2009

Ora río nomás por no llorar (o "Pinche horario de verano")

Es la una con doce en realidad pero mi reloj ya debe mostrar que son las dos con doce.

Es el horario de verano en su décimo cuarta edición. Es la estulticia de las legislaciones rabonas mexicanas y el oportunismo de las grandes empresas lo que hace que a usted y a mí nos provoque a nivel fisiológico un reverendo caos porque nuestro cuerpo pide una hora más de sueño -la misma que nos exige cuando lo obligamos a ir a la cama una hora antes- para poderse acostumbrar a la idea de que el tiempo es relativo, pero ah qué bien nos joroba cuando le cambiamos la rutina. Porque a pesar de todo, somos solares. ¿O acaso no me va a decir que no es cierto que si nos dicen que son las ocho de la noche en verano de plano no nos la creemos porque en pareciera que son las ocho de la tarde? ¿Y a poco usted no sufre, al igual que yo y otros treinta que conozco (si no es que más), problemas de estreñimiento, insomnio, cansancio, mal humor e irritabilidad?

¿Y a poco a usted le bajan las tarifas por el uso de la energía eléctrica? ¿Verdad que no? ¿Verdad que en realidad se produce un efecto contrario, pues de perdido durante el primer mes debe gastar entre 20 y 150 pesos para comprarse un remedio contra algún desajuste en su organismo producido por el cambio de horario?

Ellos dicen que fortalecen a la megaindustria y a las empresas grandes mexicanas. Yo me pregunto: con el cierre de tanta empresa, ¿aún es necesario adelantar nuestro reloj? ¿Y no será más bien que nos homogeneizamos a placer de los caprichos y necesidades de nuestros nefastos vecinos del norte?

En fin, supongo que tanta pregunta irá derechito a los X-Files o algo parecido. Mientras tanto intente no hacer rabietas por perder una hora de su vida, ajuste su reloj para no quedar mal en sus citas, respire hondo, exhale profundo y saque la panza: flojito y cooperando se ve más bonito...

Un saludo para mi prima Laura Monsiváis, quien en este día está de "feliz-feliz no cumpleaños". Ni modo, prima, una hora menos es quizá una hora de juventud de tu año anterior. Y además nos la cobraremos a finales de octubre, cuando en vez de 24 tengamos 25 horas. Estés en donde estés, quiero que sepas que siempre te llevo en mi corazón. Gracias por las carcajadas a diente pelón de nuestros quince y once años, respectivamente. Un beso enorme y mil días como éstos (pero sin horario de verano).

Un beso para el resto de los mortales. Y que la fuerza -y Yoda y todos esos weyes- os acompañen.

sábado, 4 de abril de 2009

No voy en tren, yo voy en Klezmer-Acordeón

El día de hoy, 4 de abril, no estuve en Saltillo, sino en las cercanías de Europa Oriental y el mundo judío-hebreo. No me teletransporté, no hubo necesidad de volarle el jet presidencial a Oh.Bamah ni hacerle al Houdini para llegar hasta allá. Simplemente llegué quince minutos antes de las ocho de la noche al café "El Sorbito" para escuchar uno de los conciertos más exquisitos que he presenciado en lo que va del año, en manos de tres tristes-alegres soñadores de la música Klezmer (cantos y música hebrea). Su nombre: Klez & Ajbar.

Una acordeonista, un violinista y un guitarrista-panderista-mandolinista hicieron de sus instrumentos-manos el ticket perfecto para viajar sin tener que pagar mas que el costo de un cafecito (e incluso sin tomarse algo en el lugar) hasta los confines de una cultura que ha sido igualmente admirada y repudiada (especialmente lo segundo): la judía.

Con melodías que combian los registros melancólicos de los bemoles y la euforia de los allegros con una proyección a un pasado reciente que aún duele hasta en el más apartado -pero susceptible al dolor ajeno- de las raíces judío-hebreas, el grupo/trío Klez & Ajbar ofreció un recorrido histórico-geográfico en tan solo una hora a través de la musicalidad de una pieza para ser feliz en tiempos de guerra (que según la propia voz de uno de sus integrantes no pudo ser tocada en Torreón por semejarse ligeramente a las circunstancias de la guerra contra el narco); de aquélla que se toca cuando hay bodas; de una adaptación a la tarantela italiana (cuyo curioso origen de esta corriente musical se debe a la costumbre que tenían los antiguos italianos de tocar piezas vivas a quienes habían corrido con la mala suerte de ser picado por una tarántula. Así, las picaduras de tarántulas eran curadas por los violinistas y no por médicos: el enfermo no se salvaba de la muerte, pero al menos llevaba su vida hasta su fin con alegría y decoro, aunque en algunos casos, el sudor que provocaba el baile hacía que el veneno saliera por los poros de la víctima); de esa otra canción francesa infantil, Le jou de la danse du roi; de la adaptación de las Nereidas a Klezmer; y de Los payasitos tristes (canción compuesta por Giovana, la acordionista), las cuales fueron ideales para viajar a aquellos lugares tan viejos y mágicos a la vez.

El evento se realizó dentro de las actividades contempladas para el mes de abril del Programa Sala de Lectura del Conaculta aquí en Coahuila, pues es en este mes cuando se celebra al libro internacionalmente por ser el día 23 la fecha de su conmemoración a nivel internacional.

A pesar de tener un contenido rico en raíces hebreas y el virtuosismo musical de sus ejecutantes, la música Klezmer que fue presentada la noche de hoy en realidad tuvo poco público: acaso conté unas cinco personas aparte de los mismos de siempre que andamos ahí por obra de los hilos de Ariadna, del Espírituo Santo y del trabajo de promotoría cultural que a nivel independiente realizan personajes como Víctor Mendoza Zamora, además de un esfuerzo notable de José Antonio Santos "Buba" y Xiomara Alvgar por coordinar que el evento se realizara de manera puntual.

Me parece que en esta ocasión, además de la poca difusión cultural que los medios de comunicación -impresa, televisiva y radiofónica- le dieron a un evento de esta categoría, también hay que reconocer que el "mochismo" de los saltillenses aún no ha sido expulsado de su genética. Y para muestra un botón: dos señoras que no tenían ni veinte minutos de estar en el café, en cuanto escucharon que el evento que se presentaría a continuación era de música hebrea, no escatimaron en la no observancia de las reglas de urbanidad -que antiguamente los saltillenses "de nacencia" aplicaban en su aburrida vida cotiana- y escaparon de lo que seguramente fue un prurito religioso en su día de libertad hogareña.

No obstante, sigo pensando que una difusión cultural realmente comprometida con su objetivo de comunicar y educar a las masas en el fomento de la cultura y las artes corre a cargo directamente de los medios de comunicación. No estaría nada mal que los periódicos publicaran diariamente la agenda artístico-cultural de la ciudad. Y si no hay eventos, de perdido recomendar un libro o una película. Yo supongo que la misma tinta que se gastan para despotricar en contra de políticos, cambios económicos, nota rosa y amarilla y negra (voilá un nuevo integrante del concepto del sensacionalismo periodístico mexicano), bien puede ser usada en un pedacito de media plana o tal vez menos para publicitar lo que con tanto esfuerzo, tiempo y dinero se realiza cultural y artísticamente hablando. Radio y televisión debería hacer lo mismo: fregar una y otra y otra vez con los eventos culturales a realizarse durante el día, sean éstos relevantes o no. Nadie les pide que califiquen, la cosa es educar y la educación que de antemano ya es pasada por el ojo calificador es una educación restrictiva, y por lo tanto, poco efectiva.

De manera que, si por ahí escuchan el nombre de Klez & Ajbar y se enteran que harán una presentación en su ciudad, no duden en apartar fecha para ir a verlos. Pero sobre todo, no duden en divulgar el evento. Digan que la música Klezmer es a los judíos lo que el Jazz a los negros. Y verán cómo se les abarrota el lugar.

Mundo Aparte

Fui a un cafecito de por aquí que se llama Mundo Aparte y canté. No me pregunten cómo me oí, sólo imagínense que fui egoístamente feliz mientras los otros se tapaban los oídos.

También hice dos poemas y los pegué con una tachuelita sobre una madre que no recuerdo su nombre pero que sirve para esos fines.

Me perdí al ir a casa de un amigo que vive por la ampliación 26 de marzo. Luego agarré el periférico y me quedé con un exasperante cuarto de gasolina. Llegué con mis amigos y justo ahí recordamos que habíamos olvidado comprar hielo. Ellos bebieron y yo comí papitas con jugo de naranja. Canté con todos unas de Metallica, luego me puse a chalear con el Durango de películas extrañas.

Y como llevo cinco días sin dormir decentemente -nunca puedo dormir bien, por lo que dormir decentemente ya es bastante- me retiré tempra, como si mi palomo se convirtiera en calabaza o algo así por el estilo.

Mis ojos se cierran. Mañana no me esperen a las filas irónicas de las letras temprano.

Felices vacaciones, y como dijo mi profe de latín, pórtense como mejor les salga y puedan... chale!

Besos violetas.

viernes, 3 de abril de 2009

De golondrinae

Hace rato las golondrinas anduvieron merodeando el nido. Venían de dos en dos por cada vuelta, la hembra no se parecía ante los ojos de la mamá, quien sin dudarlo dijo: "es el macho el que las trae a ver sus aposentos y a conocer de su abolengo".

Luego me pregunto de dónde rayos saqué la imaginación...

Sea lo que sea, quiero que empiecen a hacerme el desmadre de siempre ya. Es un buen indicio el que el golondrino haya estado reparando el nido. Me pregunto si tendrá Infonavit o si tendrá asegurado su hogar. Si se sabe todas las historias que yo me sé de su familia. Si sabrá que la golondrina de la vez anterior era una fierecilla indomable que nos quiso sacar los ojos por pensar que nos íbamos a robar a sus polluelos. Si sabrá que tengo ya veintiún años viéndolas y que en la edad de mis 21 me descubrí hace rato cuando pensé que lo in de ese momento seguía aplicándose al 2009...

Espero que no sepa tantas cosas. Que sea feliz y ya. Y que no use preservativos, si no las golondrinas y el cambio climático podrían provocar su autoextinción. ¡Abajo la planificación familiar, hombre! ¡Y que vivan estas cagonas de frack de la belle époque!

Viernes de cazuela pintada


Ya luego te vas caminando/por el ancho puerto/ que es un viernes de violeta abril/ y levantas la cara/ y te tomas fotos a tus espacios/ cajita de cerillos que encienden saturnos en el preludio de viernes santo/ flores rojas y amarillas y azules/ sobre papel maché.

Es viernes 3 de abril/ y todo me parece tan imperfecto/ que acabaré por adorar este día/ porque así sucede con lo extraño/ porque es viernes/ lo sé/ lo sé/ lo sé...

Este día nació para ser cazuela pintada de mi país que fue/en un mercadito colorido y lindo/ uno que es la balsa a lo lejos/ y por la que muchos nadamos a contracorriente para salvarle de nuestro social desencanto.

Es un viernes de mercadito lindo/ y yo-tú-nos-ellos-todos...


(Inspirado en el Jueves de Tianguis del Chato... ¿quién dijo que en México no pasa nada? La vida es un mercado... uno muy colorido. Y que alguien me traiga flores desde el Mercado de Jamaica... O ya de perdido las flores de jamaica pa' tomar...).

Candil de la calle...

México apoyando programas contra el hambre en Guatemala y encabezando la lucha por la paz en América Latina suena peor que churro de "película de espantos" en sábado de no gloria.

Es cierto, amo a mi país... pero de que nos encanta hacernos tarugos, eso nadie nos lo puede negar.

jueves, 2 de abril de 2009

Primer jueves de abril

Y yo ya estoy en la cuenta regresiva pa' que sean las vacaciones de la semana santa.


"Escribiremos nuevas reglas, ésta es la primera de ellas: está prohibido prohibir"
Búnbury.

¿Cómo dijo?


Prohíbanse la tristeza, mejor vámonos riendo, chimuelos, que el sol es pa' todos.


Un besito, cuídense mucho.

Andrés, la visita de cada mes, y las compras compulsivas

Ahora resulta que las mujeres que compran por compulsión lo hacen más al estar a diez días de la llegada del príncipe no guapo Andrés (el mismo wey que llega cada mes, y que llena los bolsillos de cuanta chuchería vendan para la mujer en esos extraños -pero necesarios, supongo- días).

Un estudio de Reino Unido así lo manifiesta. Lo más extraño es que diga que el fenómeno de la compra compulsiva se haga diez días antes y no dos o tres, lo cual quiere decir que una vez más achacan a la ya de por sí histérica mujer del siglo XXI una actitud directamente proporcional a la menstruación, cuando deberían decir que es alrededor de los cinco días después de la ovulación.

O sea, que de ser cierto este estudio (tengo mis dudas), no es la culpa de Andrés el que la mujer haga sus tarjetazos master card, sino más bien la ausencia de la satisfacción que debe darse en el período ovulatorio. En pocas palabras: admitir que la mujer insatisfecha sexualmente probablemente incurra en este patrón conductual si no ha sido debidamente des-instruída (escuchó usted bien) como fémina con poder adquisitivo dentro de un mundo tecnócrata y neoliberal para dejar de serlo y convertirse en un ser humano libre y sin remordimientos por no tener.

Pero sobre todo -y lo más importante- es que lo que sucede aquí en realidad está sospechosamente asociado con el abuso de un ente monstruoso llamado mercadotecnia, mismo que se aprovecha de las estructuras sociales tan cerradas que actualmente originan la soledad y el segregarismo social en entornos superpoblados para atosigar a las mentes débiles con tontera y media que intenta llenar vacíos emocionales y/o de pertenencia social; por consecuencia, tanto el comportamiento posterior a la ovulación como el previo a la menstruación poco tendrían que ver si no existiera el poder del media mass...

Yo lo que quiero ahora es un estudio de revancha: estoy casi segura que los hombres gastan menos porque lo que compran es más caro -gadgets- y, a menos que sea Gates u otro por el estilo, difícilmente comprará un juguetito de esos cada quince días. ¿Razones para hacerlo? No sé, quizá sea solo parte del embrujamiento de la mkt o tal vez tenga algo que ver con su producción de progesterona y testosterona... Pero de que suena igualmente absurdo como suena en la hipótesis planteada en el estudio ya mencionado, lo suena de verdad.

Y para ser francos, la realidad es que la gente (hombres y mujeres) compra como el Borras cuanto objeto se le ponga enfrente porque no sabe qué fregados hacer para llenar su hueca vida. Y ya.

miércoles, 1 de abril de 2009

Bello Abril

Dios santo qué bello abril
dios santo qué bello abril
dios santo qué bello abril sos vos
nos pasan tantas cosas en la vida
que si aparece el sol hay que dejarlo pasar
abril otra vez
para que no tengamos soledad
dios santo qué bello abril
dios santo qué bello abril
dios santo qué bello abril sos vos
y las violetas que coronan tu tristeza
y las guirnaldas de tu inmensa soledad
sos tan hermosa que jamás vas a dejar de brillar así
aquí o allá
sos parecida a los planetas que se mueven por ahí
que no podés parar ya nunca de girar
dios santo qué bello abril
dios santo qué bello abril
dios santo qué bello abril, qué bello abril, qué bello abril
para que no tengamos soledad
para que no tengamos nunca más soledad...

De mi buen amigo Fito, mi canción favorita de él desde hace uuuuuhh (y que se oye odiosa en el playlist, por eso no la tengo en la lista...).

Bello abril pa' todos.