Sucumbí al Facebook:

martes, 6 de julio de 2010

5 de julio

De repente recordé que el 5 de julio cumplí 4 años de haberme graduado como abogada. Cuatro años, y yo siento que no he hecho realmente algo trascendental como para decir que merezca este título. Demasiada impunidad o demasiada injusticia o o demasiada prepotencia o demasiada indolencia (o todas a la vez) por parte de quienes integran el aparato de justicia (aún recuerdo a aquel juez que me dijo podría darme chamba si me iba vestida de pantalón blanco y tanga negra; o de aquel doctor que me pidió lo supliera dando filosofía del derecho y jamás me pagó). Falta de una verdadera vocación. Falta de valor. Falta de espacio para una estudiosa del derecho (lo mío es el área teórica, no el embargo de refrigeradores a las familias pobres). Sobrepoblación de abogados. Falta de fe. No lo sé.

Lo cierto es que me encantaría poder hacer algo pequeño que tuviera un efecto devastador de este sistema putrefacto. Aún no encuentro cuál sería ese acto menor.

Y por muy estúpido que parezca, yo sí creo en la justicia. Pero a estas alturas, ya no creo tanto en la humana... El ser humano es vil, o como lo dijo Hobbes, el hombre es el lobo del hombre.

No hay comentarios: