Que la música sea lo último en extinguirse. Si no, ¿quién entonará elegías cuando muramos? Que la música sea lo primero que se oiga al abrir los ojos: un latido frente a la mañana entera, el auto en dirección a las cosas comunes. Los clásicos insistiendo en la belleza del mundo. Alguien susurra que hemos venido a ser felices (y caray, a veces uno lo olvida). Sería la música la única capaz de hacer entender que lo efímero ya es, y por eso, más vale preservar la música estando vivos para que sea ella la que nos recuerde cuando ya no estemos. Y nunca, nunca en sentido inverso.
Démissionner après une formation peut coûter cher aux salariés
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Le dédit-formation, qui lie le financement d’une formation par l’entreprise
à l’engagement du salarié à y demeurer durant un délai convenu, revient
dans le...
Hace 10 horas
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