Pos bueno, hoy fui al mentado examen médico. La ñora gestuda ya no estaba y me pusieron en cambio a un montón de pitufitos con batas blancas.
Les juro por el Osito Bimbo (que ojalá y que se quede allá en Beijing) que no pude sentir sino ternura... digo, los muchachos fueron súper amables con una servidora y además lo hacen por puro amor al arte (o a la medicina, en su caso). Da ternura verlos tan en su papel, tan sonrientes, como queriendo demostrar que ellos sí serán médicos.
Lo que no me dio ternura, fue saber que de esta labor estos chicos sólo recibirán un "gracias" acartonado por parte de las autoridades uaqueñas... futaaaaaa... ¿y los doscientos pesotes per cápita que dimos, qué? Ya mínimo que les quede el dinero para tener material nuevo, batas, instalaciones, libros, o para sus chicles, ¿o a poco piensan -como tantos otros- que el deber ético del médico no es compatible con el estómago? Había muchos estudiantes de medicina que se veía provienen de una clase media-baja, y como quiera estaban al pie del cañón.
Felicidades a estos jóvenes. Nomás a ellos, conste.
Y ahora, el cafecito con la carnala (quien también es, por cierto, médico).
Avur.
First Wap, la discrète entreprise de cybersurveillance chargée de suivre à
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Hace 3 horas
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