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viernes, 27 de mayo de 2011

Papel imposible

El día que decidiste no escribirme más, agarré una pluma sin tinta y un papel imposible de ser escrito para así gritarte toda mi rabia, mi tristeza, mi abandono, la impotencia ante los hechos: tu olvido por algo mucho mejor. Y fue un día con tantísimas horas, que ahora que lo recuerdo me han parecido meses.

Hoy, cuando supe que tu silencio era por causa de un océano, quise imitar el mar. Y lo lograron mis ojos.

Un espejo se creó en el suelo: soy yo, mirándome, pelo café desierto, sola.

Como cuando apareciste en este páramo, que yo vestí de flores tornasoladas y que desde entonces permanece así, porque mi piel se llenó de latidos sinceros, sembrados con el encanto de tu beso y tu verdadero nombre.

1 comentario:

capriyunliuz.blogspot.com dijo...

muy buen post, me me parecio muy interesante :)...hasta pronto