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domingo, 5 de julio de 2009

Piénsaleee

Tengo varias preguntas respecto a las votaciones, como por ejemplo, ¿de qué sirve la Ley Seca que inició desde el sábado si las personas podían comprar vino desde días antes?

Realmente lo que interesa ahora es saber si realmente el Voto en Blanco servirá para cimbrar el sistema político nacional imperante, o si únicamente le servirá a los mismos partidos de siempre para que se mantengan en sus curules. Hay una propuesta que lleva a la práctica Francia consistente en pedir que se deje vacío el número proporcional a la cantidad de votos nulos emitidos por los habitantes de ese país, para luego ser llenados por las personas que ellos quieran. Y a decir verdad -y aunque suene malinchista- creo que está bien la propuesta: total, si hemos jugado al gato con la boleta o hemos puesto frases a favor de un verdadero sistema democrático basando en el juego de partidos, debe ser porque efectivamente no nos llenan el ojo los candidatos correspodientes.

El problema que existe en nuestro país, creo yo, radica en el sistema de partidos: antes un individuo por su sola decisión se erigía como candidato a cualquier puesto de representación popular y directa, ahora, para que un individuo llegue a ser respaldado en su decisión de ejercer la garantía individual que le confirió el Estado Mexicano para ser votado, debe forzosamente pertenecer a un partido político. Y lo anterior, más que un acto organizado del ejercicio del derecho a la actividad política en el Estado, suena a una exclusión paulatina que nuevamente lleva a sus habitantes a las mismas situaciones de antaño: el que pueda, que pague por ver; el que no, que se conforme con escuchar.

Otra bronca la constituye el hecho de que si no se tiene la credencial de elector no puedes votar. La credencial de elector es un documento que legitima en forma y no en fondo el derecho de un ciudadano mexicano a votar, realmente no entiendo por qué el IFE se empeña en restringir la emisión del sufragio a quienes pierden su credencial. Bastaría con tener el pasaporte, la cartilla militar, el acta de nacimiento, la licencia de conducir, e incluso la afiliación al ISSSTE o al IMSS. Pero tal parece que esta cuestión del ejercicio de la democracia cada vez más se empobrece y todo queda reducido a un jueguito de muñecos que pretenden hacer de esta nación el vivo ejemplo de la democracia a nivel conceptual y entre las naciones.

Y luego la gente se anda preguntando por qué hay tantos que anularán su voto. Y como "no me gusta repetir las cosas" (¿se acuerdan de la frase?), aquí les dejo un texto dardeador:

Ni tan blanco

En éstos días me han llegado cadenitas exhortándome a emitir mi voto en blanco. Más de un periodista y analista político ha dicho que efectivamente depositará en las urnas este domingo 5 de julio un voto para nadie. Hasta se especula que el uniforme del TRI ahora será de un sólo color: blanco.

Independientemente si yo también vote de ésta manera o no, me parece que el hecho de decir el término “voto en blanco” subestima la realidad: detrás de cada voto así emitido, habrá una frase de duelo personal, un réquiem por la identidad fragmentada de un mexicano que no puede soportar un minuto más la falacia más bonita de este país: la democracia.

“No creo en la división de poderes”, “No creo en los candidatos”, “Ya no puedo creerle más a los partidos políticos”, “Ni un minuto más: dejaré de ser el tonto de siempre”, “La democracia no existe”, “Yo esperaba algo mejor”, “Me da lo mismo: jueguen sin mí”. Todo eso dirá cada voto en blanco, así sea al norte o al sur del país, en oriente o en occidente. Todos tienen frases pintadas con tinta invisible. Todas son a prueba de lágrimas, sangre, balaceras y engaños. Todas son a prueba de utopías y promesas que no vendrán.

No es posible juzgar mal a aquél que anule su voto: hay un cansancio que se nota en las carteras de los jefes de familia, en las madres solteras que dobletean turnos laborales, en los estudiantes maravilla que no podrán serlo porque hay que sacar para comer.

Sin embargo, sería más que deseable, esperable, que quienes emitan así este hecho replanteen qué tipo de cosas realmente quieren en sus vidas, en sus familias, sus trabajos, su sociedad. Hacer uso del artículo 9º constitucional que habla del derecho del mexicano de asociarse libremente para discutir sus ideas.

Los comicios mal o bien se desarrollarán, con o sin votos en blanco y esto hasta se antoja como algo natural. Lo que urge verdaderamente es la reestructuración de la forma de vida de quienes habitamos este país. Hablando se entiende la gente. Actuando civilizada y congruentemente, se entiende aún más.

http://www.diasiete.com/14-06-2009/ni-tan-blanco

3 comentarios:

Moka Hammeken dijo...

Es curioso, abstencionismo o voto en blanco siento que dan el mismo mensaje. Es más, el abstencionismo es un poco mas grueso: " Me vale lo que hagan, ya no creo ni en sus métodos electorales, el IFE es una basura igual que todos los partidos, que de todas formas van a hacer lo que se les de la gana"

La verdad es que en las noticias y en todos lados se ve el descontento de la gente, seria muy idiota pensar que no se dan cuenta y que nuestra única forma de hablar es dándoles un voto nulo. Aún así elegiran a quien quieran.

Es triste que aún nos hagan caer en el juego de "tu eliges" cuando llevamos años con conocidos fraudes, no tenemos síndrome de Estocolmo como para que todos le agarren amor a unos secuestradores de la patria y sigamos votando por ellos. Por muy babas e ignorantes que seamos, sabemos que los beneficiados son muy pocos.

Creo igual que tu, que mucho del problema esta en los delimitados partidos (o estás dentro o fuera mano, pero no puedes solo) y entonces escoger de "entre la caca la menos apestosa" ya no sirve.

Ya nadie cree en el pueblo y es cada vez mas evidente, el símbolo de pesos que traen estos puestos políticos.

El mensaje de que todos están artos está muy claro, el problema son las argusias que hacen para poder frenar y asfixiar cualquier inconformidad.


Solo son unas breves letras al aire jajaja, debrayes de una Atea política

saludos!!

PD. Si, la ley seca me dió ñañaras jajajaja.

VISION DE ARLEQUÍN dijo...

Hola primeroq ue nada. Mira que yo soy uno más de la perdida estadística de los que no votan. Creo que eso de que alguien nos gobierne a su antojo es algo que aun no concibo. La verdad es que no me llena el que gane cualquiier partido (que casualmente son los que tienen mas dinero).

Y eso de imponer la ley seca me da risa ya que es algo inutil, acá por mi casa hay tres establecimientos que venden "clandestinas" en sólo una calle.

Te mando un saludo y que viva la democracia (aunque no exista) es algo utópico.

"La vida es un gran circo, pero sin espectadores"

Ha, por cierto que te quedó muy lindo tu reproductor, espero meterle más rolas al mio pero la verdad es que ya se me olvidó como hacerle, jejejej
ciao.

190.arch dijo...

No estoy de acuerdo con eso del voto blanco.
No es símbolo de protesta, en el sistema electoral mexicano, equivale a NO VOTAR y a dar aún más espacio y carta blanca a que escojan -como siempre-.
Ya de por sí los mexicanos no somos gente que nos presentamos a las casillas con gusto a votar, y ahora con esta cosa del voto blanco, con encima el plus de sentirse de "estar salvando la patria", me cae mal, muy mal.
Lo que el voto blanco significa son votos vacíos, renuncia al derecho de votar, confirmar y aceptar la elección de la clase política. Más bien los mexicanos deberíamos de aprender a votar. No sabemos votar. No todos saben como funcionan nuestras elecciones, lo que significa un diputado del distrito tal, un diputado plurinominal, la tarea de un senador... La verdad es que no lo saben ni los que ostentan el cargo.

A mí esta vez no me invitaron a votar. Hace 3 años sí...

Muchos saludos, Marlén!