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domingo, 3 de mayo de 2009

No lo hagan en sus casas sin la supervisión de un adulto








Miren lo que pasa cuando me aburro y no deseo escribir ni leer y allá afuera no hay nada abierto salvo zapaterías y tiendas de autoservicio.

Galletera que soy, el año pasado aparecieron unos tatuajes en unas reconocidas galletas con chispas de chocolate. Los guardé, los olvidé y el miércoles que hice una exhaustiva limpieza general de mi cuarto, los encontré.

El resto no tengo qué explicarlo, ¿o sí?


Me faltó un adulto que me supervisara: el mío a mis 26. :)

4 comentarios:

mike dijo...

sexys extremidades ;)

Marcelo Dance dijo...

Estoy esperando el próximo libro del "Gabo" García Márquez: "El aburrimiento en los tiempos de la Gripe Porcina"
Simón!

Marlén Curiel-Ferman dijo...

Oh, gracias, Mike!

Pero sinceramente me quedé con ganas de uno de hena... hará seis años ya que no me pongo uno.

Uno real... no! Luego me veré como los viejitos que salían en el anuncio de la sprite, te acuerdas?

Un súper beso

Marlén Curiel-Ferman dijo...

Yo estoy esperando el nuevo (inédito) de Cortázar: Historias de porcinos, cronopios y desgastados famas.

;)

Beso