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sábado, 15 de agosto de 2009

La Poesía no es un punto de fuga. Eduardo Milán (V)






Y se acabó el curso con Eduardo Milán nomás. Y terminó diciéndonos que la poesía no debería ser tomada como un punto de escape a la realidad: la poesía no es un punto de fuga.

Que la poesía debe tener conciencia de lo que ocurre. Que ahora más que nunca es preciso tomar a la poesía como un punto donde el sentido de lo real, el pensamiento y lo que ocurre deben expresarse. Criticar. Hacer pensar. Llevar a la reflexión.

Nos leyó a Maquieira y a Zurita como ejemplos de la poesía que no es aburrida porque no es rígida y aún así tiene un ritmo impecable. La Tirana y Desierto de Atacama pasaron del holograma a la materia, y yo reí. Y yo casi lloro.

Estoy segura que ya preveía la cruda de la ausencia de una mente como la de él. A lo mejor por eso me duele tanto la cabeza desde que me levanté. Es la resaca de una fiesta filosófica, aunque al Maestro le choquen los carnavales (y a mí también).

Creo que no olvidaré su "pero usted está en todas partes" ni su "pero si vive en tierra de cristeros, ¡pare de sufrir!". Alimentan sonrisas claras en mi cara y eso es bueno para mí. Me autografió otro libro suyo, Hechos Polvo (gracias Víctor, por el libro y las picshurs que aparecen en este blog!), y hasta se dejó tomar fotos con toda la bola de tercos -unos más, otros menos- que nos dimos cita durante cinco días para olvidarnos de nuestros sueños guajiros y aterrizar a la realidad filosófica de un hombre de complexión delgada, pero inmenso en conocimientos, en la Verdad.

Recordaré sus ojos que se tornan del verde olivo al negro plomizo y su voz gruesa. Leeré como hambreada todos los libros que dijo y que no he leído aún. Releeré otros que también mencionó. Pisaré el Emilio Fernández acordándome de su dicho: desde ahora, este auditorio tendrá el mismo aire de siempre, y no lo tendrá a la vez... Alguien (el segundo importante en mi vida, después de enero de 2008) dejó su impronta indeleble ahí.

Dijo que volvería. Si hubiera sido posible, estoy segura que varios de nosotros lo habríamos secuestrado (al menos yo sí). Dolly representa un absurdo si la clonación no permite perpetuar lo que vale la pena en este postmundo.

Gracias, Maestro.




1 comentario:

Víctor Mendoza dijo...

Muchas gracias Marlén por el agregue de las fotos...ya tenemos la tesis de Milán, su calor, su imagen, ahora diseminemos su palabra...sembrémosla, qué algo pase en estos lares...

Abrazos x ever. Felices días...

Víctor Mendoza.