Sucumbí al Facebook:

domingo, 23 de agosto de 2009

Gracias (para Marissa, Jorge, Víctor, Sarahí et al)

Me quedo con la sonrisa pintada por los mimos de Marissa y Jorge -nomás me faltaba saber que además de la súper mujer Yin y Zen que es, Marissa hace unas carnes asadas de rechupete. Qué padre es conocer mujeres como ella, dan ganas de no tirar la toalla a la primera de cambio-, quienes nos dieron asilo artístico a Isa y a una servidora en la lectura de los poemas de Benedetti.

También me quedo con la mirada dulce y habitada de Sarahí, la sensatez del hijo menor de Jorge, el esmero de Víctor Mendoza a la hora de poner los atriles y disponer de todo para que la lectura saliera en forma (micrófonos incluidos), la asistencia de Mario, Raquel, Laura, Cirilo, Lucía, Diana y Primo (más los que se comunicaron vía internet... ahora sí fui chica ciber al cien por ciento), la voz emotivísima de la Chabela (bravo, Isa, te salieron geniales los poemas!).

Estoy cansada por tanto fandango benedetiano. Estoy conmovida por las atenciones de todos, especialmente las de Marissa, Jorge y Víctor (mil gracias, de verdad). Estoy desgastada por la interpretación (suele suceder cuando me salgo de mí misma y dejo que esa voz que habla me ocupe al grado de ponerme a llorar). Y estoy feliz.

También estoy, por primera vez en muchísimo tiempo (no meses, años), felizmente satisfecha en mi interior, y completamente madreada en mi exterior: los 26 no son lo mismo que los 19, y tres fiestas seguidas me hacen recuperar mi fe en ciertas cosas que son clasificadas por default como "amistad" ,pero que yo creo que más que una amistad, es un "Love Supreme", como decía John Coltrane en una de las piezas que más me gustan de todos los géneros.

Si acaso me molestó un poco el ruidazo que hacen los inútiles de mis vecinos: debe ser que quiero bailar las cumbias y lo disfrazo de un gesto amargo de "¡me quiero dormir!"... o tal vez sea que de plano la cumbia esa que todos traen y que suena como a celular me retechoca, que el reguetón me exaspera y me avergüenza, o que en mi casa sigue oliendo a la comida que hizo mi jefa al mediodía porque no podemos abrir las ventanas de tanto ruido que hay. O que la cumbia que dice "fine, fine, fine, very good, very good, very good" te da risa SOLO una vez, y NUNCA más: las demás veces son paja.

Pero como ando tan feliz, sinceramente no les hago mucho caso. Hay días en los que la alegría te visita. Nunca sabe cuándo se irá, ni si desempacará la maleta y otra vez volverá a irse. Por eso es que debemos agarrarla como si fuera la última vez que respiramos. Son tanques de oxígeno para soportar la cotidiana realidad.

PD: También conocí dos calles nuevas: me perdí como caballito en carrusel y me acabé medio tanque entre vuelta y vuelta, pero de que llegué, llegué. I ñor.

2 comentarios:

Víctor Mendoza dijo...

MARLÉN E ISA:

Abrazos por miles y sinceros. Gracias a TI-USTEDES por creer en el espacio de FORO ROCK. Un hogar edificado por la empatía de seres como ustedes, y del que fuimos testigos ayer, en donde la entrega, dedicación y amor se hicieron presentes. Realmente, su participación me dejó sobre-alentado con una emoción que te desviste el alma, y te invita a salir corriendo –con una cruda de SED=FE- a reconocer que las letras tatuadas de dos compañeras, germinan vida en este siglo somnoliento de las humanidades.

Gracias, por estar presentes ayer con su PALABRA-Y SU VOZ-Y SU ESPÍRITU-Y SU TALENTO en una velada en que FUIMOS-APREHENDIMOS el NOSOTROS. Felicitaciones de a buen, a nombre de toda la banda del Foro y mía por siempre…

Foro Rock y mi alma no tienen puertas, sus pasillos y corredores siempre están abiertos a recibir su amabilidad, grito artístico y su amistad-amor.

Sigan adelante de la utopía.

Más corazones…sigamos amando la vida.

Víctor Mendoza.

Moka Hammeken dijo...

¡Que hermoso! genial que tengas amistades así que te llenen por completo y que te hagan flotar de felicidad (y que te de algo de peso para que no te nos vayas tan lejos como la carnita asada).

Que te la vivas de fiesta en fiesta con tanta cosa y tanta dicha. Esos son los momentos que la vida sabe aún mejor.

Un abrazo