Acabo de quitar ese (la pelusita negra) horroroso texto. No soy yo. No es mi estilo. Y tampoco sé cómo darle gusto al ingrato que me califica, porque dice que soy cursi y perversa al mismo tiempo... De lo que estoy segura es que jamás hablaría de mi vida, y menos para un desconocido.
Una disculpa por el lenguaje soez que manejé.
Se aceptan ideas, ¡auxilio! todavía me faltan otros dos escritos por hacer. Trabajar a presión no es mi fuerte, menos si la coacción está de por medio.
Saludos
No hay comentarios:
Publicar un comentario