Y Jesús me dijo:
-Son las nueve. Levántate y anda.
Y yo le respondí:
-Yo no soy Lázaro, y si estoy dormida, es por la influenza cósmica que nos tiene paralizados a todos en el país.
Jesús se acomodó en mi cama. Y conmigo se puso a dormir.
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Hace 1 hora
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2 comentarios:
jajaja, no nos han paralizado nos han dado una oportunidad de estar con nosotros y darnos cuenta que no queremos continuar con esa paralisis disfrazada de cotidianidad...
-J
Sí, tenés razón.
Pero sí nos dieron una buena chinga, no?
Ahora sí, a regresársela trabajándole mucho y para nosotros mismos a partir de este juerves.
Un besote, Pinkys, hacía mucho que no te aparecías por acuí!
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