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domingo, 7 de diciembre de 2008

Reportándome

Querid@s Amigos

(al fondo se oye un disco LP rayado)

(Ella se truena los dedos. Abre los ojos arenosos. Sonríe al cubo leal. Ocho grados y las manos están púrpuras. Tiene flojera hasta de escribir que tiene flojera. Toma aire, endereza la espalda. Decide escribir como ella).


Eits!

Después de una semana con diez horas de sueño en total, me he decidido a postear un breve saludo. Los escritos que aparecen abajo fueron los últimos que redacté para el Taller de redacción (y estoy escribiendo deliberadamente un pleonasmo). Hice una revista con un equipo sui géneris: una chica rubia platinada que se parece un buen a la Scarlett Johanson -pero buena onda e inteligente-; un chico que se leyó a los clásicos en la prepa -lo admiro demasiado-; un chico rockero -eso no es tan raro en mi círculo-; y una hermana consagrada -buena onda, neta-. El resultado, la revista más ecléctica que yo misma pude haber imaginado. Pusimos reflexiones, ñoñerías, canciones pseudosatánicas, arte moderno, cuentos extraños de autores reconocidos, cuentos truculentos de mi amigo rocker, los ejercicios sobre imágenes poéticas y blablablá. Será una revista-objeto. Ya tengo los tres regalos a insertar en la revista: un perfume en sobrecito (Diamonds), una madrecita para hacer burbujas (la voy a extrañar) y cinco separadores diseñados por su servilleta. En breve les pasaré la cuenta del blog que estoy armando, quiero que sea un proyecto mensual en línea.

Entregué raspando mi trabajo de Morfología. Es el trabajo que más trabajo (otro pleonasmo deliberado) me ha costado. Creo que estoy preparada para parir otro de igual envergadura. Presenté sin haber estudiado una materia complicada y ahora me hago cruces. Teorías lingüísticas está complicada si te pierdes en el primer párrafo del cualquier capítulo. Saqué 98 en apreciación literaria -por lo cual estoy más que asombrada- y aún me falta presentar el ordinario de Latín.

Estoy pensando en lo que debo hacer en este diciembre para no aburrirme. Mis materias favoritas ya terminaron. El trabajo estresante también. Y una cinturilla de avispa que ni en mis mejores tiempos (allá por los veinte) la tuve. Benditas desveladas.

Ahora sí podré entrarle bien al pastel de choco choco!!! Iujú!

Un besuvio, portaros como quieran. Nomás luego no anden llorando.

Pax


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