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sábado, 28 de marzo de 2009

Buenísima obra y con asientos calvos

Hace rato asistí a la puesta en escena de la obra "El Monte Calvo", una adaptación del guión original del colombiano Jairo Aníbal Niño, quien escribió dicha obra en 1961 y cuyo tema gira entorno a la participación del batallón de Colombia en la guerra de Corea (1950-1953).

La adaptación mexicana corre a cargo de "Delfos Compañía de Teatro", compañía saltillense que, como sus integrantes lo dicen, busca experimentar nuevas maneras de hacer teatro y sorprender al público. Partiendo de tal premisa, contando con un presupuesto reducido y con tan sólo tres actores en escena, dos codirectores y un productor, "Delfos Compañía de Teatro" se lanza a la experiencia de formar siluetas, sonidos, imágenes auditivas y hasta risas con esta breve pieza teatral en la que hacen uso del potencial de Alberto Trejo en su papel de "Canuto", quien ha incursionado en la corriente de teatro clown y que sin duda alguna sabe hacer uso de estas habilidades al darle vida a un payaso que ahora vive como indigente.

Alusiones a la ignorancia por la manipulación de las ideas y por el analfabetismo, la lucha por la vida, la creencia en un ideal patrio que no es sino la respuesta esperada de la élite política como medio de control de las masas, la esperanza, el hambre y la amistad emergente, son algunas de las temáticas pulcramente expuestas en "El Monte Calvo", cuyo final inesperado nos hace reflexionar en los límites de la locura y la normalidad, el sueño y la realidad y otra serie de dicotomías que inciden de manera directa en el comportamiento humano.

Pero a pesar del montaje excelente, diligente, sencillo y al mismo tiempo lleno de creatividad e imaginación, y de que el gobierno municipal le diera el espacio del forito-teatro que el Centro Cultural "Teatro García Carrillo" tiene en sus instalaciones, la asistencia fue escasa: sólamente cuatro personas estuvimos presentes en el lugar.

Aquí es en donde uno increpa a la sociedad saltillense y a las políticas de difusión cultural: no se trata únicamente de dar un espacio para el desarrollo de la cultura y las artes, también se necesita fomentar la educación en materia de apreciación artística -en este caso, teatral, aunque sabemos que se aplica en todas las bellas artes y en las diversas expresiones culturales que están insertas en ella-, a través de una correcta difusión de lo que ocurre culturalmente en la ciudad, como ir a las escuelas, transmitir breves cápsulas en diferentes estaciones de radio, hacer uso de los medios impresos y electrónicos de información, pero sobre todo, permitir que la gente se acerque a lo que grupos de artistas educados formalmente en sus áreas (y que por lo tanto cuentan con el respaldo de la autoridad que los estudios realizados en instituciones de renombre representan) están desarrollando en pro de la reactivación del teatro en Saltillo y el estado. Comenzar a quitar los grilletes en las personas que no entran a un teatro porque su estilo francés les transimite una errónea idea que se acerca más bien a lo que conocemos como "cultura de élite" (como en realidad lo fue en el momento de la creación de los teatros en México-y que muy probablemente lo siga siendo, en el fondo de nuestra realidad mexicana-), y por lo tanto, con matices restrictivos en cuanto al acceso se refiere.

Podemos afirmar entonces que la compañía teatral puso no su grano, sino su roca de arena, al cobrar $35 pesos la entrada general para ver un número que realmente vale la pena ya que no sólamente constituye un evento lúdico, sino porque también implica la generación de ideas, una didáctica a un público promedio al que no se le pretende moralizar, sino más bien lo contrario.

Por otra parte, es de alabar la capacidad técnica que los miembros de esta compañía tienen al hacer uso del sonido y de sus propias voces para lidiar con el monstruo del "stereo surround" que representa el constante tránsito de rutas camioneras, camioncitos con propaganda insulsa y coches con música reguetonera a todo lo que da, para finalmente salir victoriosos y lograr que el espectador quede absorto en la trama.

La temporada de "El Monte Calvo" en el Centro Cultural "Teatro García Carrillo" culminó esta noche con la función de las ocho. Sin embargo, la tenacidad y el amor por el buen teatro de sus integrantes aseguran que buscarán nuevos lugares para expresar a sus personajes a través de esta obra.







"El Monte Calvo".
Guión original de Jairo Aníbal Niño.
Delfos Compañía de Teatro.
Producción y codirección: Víctor Antero Flores.
Dirección: Luis Arturo Gatica.
Con Julián González (Sebastián), Alberto Trejo (Canuto) y Luis Arturo Gatica López (Coronel).
Saltillo, 2009

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