Sucumbí al Facebook:

martes, 31 de marzo de 2009

El amparo (Padre Tiempo)

—Ratificaron el amparo —explicó uno de ellos. Las cuencas desorbitadas de la joven no soltaron más lágrimas ni escupió por la boca sangre. Estaba como hueca—. Dicen que fue porque la extinta Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado no presentó pruebas que sustentaran la acusación en contra del ex presidente Echeverría… Anda, no llores, ya sabíamos que esto iba a suceder -trató de consolarla mientras acariciaba el cabello ralo con sus falanges para calmarla.


—Ojalá que los magistrados del Quinto Tribunal Colegiado en Materia Penal hubieran estado en el lugar de nuestros padres, de nuestras familias. Ellos fueron jóvenes alguna vez. No hicimos nada y sin embargo nos…


—Ya, tranquilos —dijo otro más mientras se sacaba de su boca el pedazo de vértebra que había salido disparado por la agitación de su compañero— de todas formas no habrá manera de remediarlo. El Comité impugnará la sentencia de libertad absoluta, pero yo prefiero esperar aquí recostado a que llegue el momento de entrevistarnos sin vernos con él, acá, de este lado en donde la yerba crece como una oración que nuestras lenguas no dicen porque ya no podemos. Nos veremos las caras en este árido suelo donde las pocas flores nacen sencillas como alguna vez lo hizo nuestra voz, cuando no sabíamos que la justicia en este país sabe a cuarenta años en el olvido. Si la justicia no funciona, el Padre Tiempo estará aquí para ser nuestro aliado —contestó otro, mientras el resto apagaba las luces de sus cajones de madera enraizada y con olor a moho lloroso.


No hay comentarios: