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domingo, 26 de abril de 2009

Resplandece el Municipal de Cultura de Saltillo

Pero no con luz propia. Fue el Escritor Jesús de León Montalvo y su fara-fara Los Primos quienes le dieron luz y calorcito a un evento que estaba destinado a ser un fiasco.

Eran las seis y cuarto de la tarde del día jueves 23 de abril del 2009 y ya la gente se abarrotaba, pero en los stands de la librería Santa María, quien vendió libros a 5 pesos cada uno (usados -los libros- por supuesto), así como en el stand del Archivo Municipal de Saltillo, quien se aventó un 10 al poner sus ediciones con un 10, 20 y hasta un 30 % de descuento. Algunos enanos estaban también en el stand de José Cruz Almonte, alias "Tachas", quienes estaban muy divertidos con su taller de creación literaria.

Pero en el stand dedicado a las letras hechas voz, no había ni un alma que no fuera de las mismas que siempre nos congregamos en todas partes. Seguramente el IMCS tendrá motivos de sobra para justificarse, como que ese día hubo ventarronales y lluvias raras y soleadas; o que con la ley antimedios (para los que no lo saben, en Saltillo está prohibido usar los medios de comunicación para difundir los eventos realizados por el gobierno municipal, pues se prestaría a una lectura de proselitismo, según esto) no hubo manera de convocar a la gente. O que quizás los invitados a leer sus propuestas literarias -los mismos de siempre, salvo Chuy De León, Ángel Sánchez y Lucía Sánchez- no son muy atractivos para la comunidad saltillense que digamos.

La cosa comenzó a cambiar cuando leyeron un texto de Buba Santos que habla de los vikingos, los mexicanos y el futbol porque la gente empezó a voltear a ver qué pasaba. Luego ya se subirían Ángel Sánchez con su voz aguardentosa y Lucía Sánchez quien se aventó unos poemas de Benedetti y Lorca como hacía mucho tiempo no escuchaba a alguien recitar y la efervescencia de las letras ya se oía cantar. La gente se congregaba poco a poco y me di cuenta que todos teníamos algo en común: fuimos, somos o seremos alumnos del titán de las letras saltillenses (le pese a quien le pese), monstruo, némesis y pesadilla de las estrellas fugaces literarias de la localidad: Jesús De León. Algo en el ambiente sonaba a expectativa, a ganas de estar aguantando aironazos nomás para verlo desplazarse con su rugido-voz en ese momento.

Con su fara-fara y pulcro hasta las suelas de los zapatos, desde que subió al improvisado escenario el Maestro Chuy De León hizo uso de la fuerza de su personalidad y así cautivó e hipnotizó a la gente que sin dedicarse a las letras -y que pasaba por ahí nomás para ver qué había- no paró después de aplaudir y reír. Son las clásicas personas que tienen chips imantados que congregan a su vez otras tantas. Pasada la primera media hora de la lectura de un ensayo musical, ya la gente que estaba ahí era en su mayoría personas que no pertenecen ni deambulan en el género artístico-literario. Y cómo no, si el Escritor sabe presentar una investigación hecha a manera de ensayo lúdico que habla de la canción norteña como una herramienta de la tradición oral y como testimonio de la cultura fuerte y bronca (digan bronca muchas veces y verán lo que sucede) que es precisamente la zona del norte de nuestro país.

Interactuando con el fara fara, quien interpretó míticas y famosas canciones como Los Ojos de Pancha, Agustín Jaime y Lámpara sin Luz, las letras de De León hacían taconear hasta los zapatos más apáticos. La presentación del Maestro dejó a todos tan contentos que cuando finalizó, mejor dejaron sus asientos para disfrutar de lo que quedaba del evento de Sergio Pitol a permanecer sentados escuchando algo que de plano ya no tendría el mismo nivel.

Hay que reconocer que el esfuerzo que hizo el Instituto Municipal de Cultura para rendirle un debido homenaje a las letras y al objeto primero que las ha hecho llegar hasta nosotros, el libro, esta vez sí fue considerable, y que la gente finalmente apoyó la causa y el evento en sí. Y es necesario reconocer también que se tardaron mucho en pensarlo. Ni modo, habrá que ver si para la próxima se preocupan un poquito más por el patito feo de las Bellas Artes en un día tan importante para la literatura como lo es el libro.

1 comentario:

Imagino dijo...

Hola

Ese Jesús de León como ruge ja ja


Saludos desde Monterrey