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miércoles, 29 de abril de 2009

Aviso:

Si usted al oír los acordes iniciales de la canción Rubber Ring de los Smiths (la cual puede escuchar aquí mismo) y de pronto se acordó del estribillo santanero-cumbiero aquel que decía: "¿y a cómo me lo dá?/a veinte pesos";

Si al salir se encontró por la calle a alguien que le pareció extremadamente atractivo y al dar la vuelta él (ella), usted se dio cuenta que era su ex y caminó derechito -como los abanderados de las escoltas- sin saludar;

Si al presentarse un escritor de renombre algo viejito y está a la espera de un autógrafo y mira salir del baño a un viejito idéntico al escritor -hasta con traje igualito, de lento caminar y todo el show- y les hace a todos apartarse para que baje las gradas y ellos caen igual que usted porque creyeron en la posibilidad de una excepción a la ley de que un mismo cuerpo no puede estar en dos lugares a la vez (o porque todos están igualmente miopes y atontados);

Si luego en la misma espera comienza a hablar con una señora rimbombante del escritor viejito y se le ocurre decir que es normal que esté viejito porque tiene 76 y la señora le contesta que ella tiene 74 y usted no se la cree -y además, no sabe si decirle que tal vez a los 76 se verá igual que el escritor o que la compadece por no ser él, porque al final él sí vivió más que ella-;

Si usted piensa en algo muy triste (como un desfile de puntos en Soriana caducos por no haber sido usados a tiempo) para no reírse en la fila del banco porque está solo (usted, no el banco) y no puede parar de reírse porque se acuerda del viejito del baño...

No se preocupe, no es influenza. Simplemente es felizmente despistado y ya.

Que pasen buenas noches, si les pareció que les caía el saco con lo expuesto anteriormente, no se apuren: yo dije "matanga" primero. No por algo lo escribí yo.

Jacuna batata... No coman tristezas.

2 comentarios:

mike dijo...

había escuchado que ese tipo de cosas pasaban, ya ahora leo de ello, pero nunca lo he experimentado... (aha)

;P

recibe un Besito despistado

Marlén Curiel-Ferman dijo...

Jejeje...

verdad que suena conocidillo?

Besos, mike, qué bueno que regresates!