O séase, feliz año nuevo (chino).
Tarde, pero seguro. Después de un día y medio con catéter en la mano izquierda estoy de regreso (zin consdibaziones) para escribir cuanto se pueda y a la hora que me sea posible. Me di cuenta que aún sigo siendo tan zurda como en el kínder: tardaba dos horas entre la bañada y la cambiada. Comer con la derecha y en general hacer mis cosas con la diestra me resultó toda una hazaña. Ojalá pudiera reabrirse mi caso y pueda demandar a mi profe de educación preescolar que me obligó a ser diestra, haciendo corto circuito en mi rebuscado cerebro.
Y como no quiero dar largas, me voy a lo que importa por ahora:
Así es, señores, el día de hoy empezó el año nuevo para los chinos, esos entes amarillentos que nos invaden con fayuca y que amenazan venir por más, como venganza de su conquista inacabada allá por 1412.
Dicen que será el año del Buey, un año que se antoja testarudo, pero con fuerza. A ver si los políticos no toman eso de buey tan literalmente a la hora de dar explicaciones de sus "fallidas" acciones políticas, económicas, legales, administrativas, etc., etc., etc.
Buen inicio de semana. Un besuvio.
Amours de jeunesse : « Je tombe éperdument amoureux d’elle et puis, comme
un lâche salaud, je détruis tout et je lui brise le cœur »
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Ils se sont connus, se sont aimés, se sont séparés. Puis le tourbillon de
la vie les a fait se retrouver. Igor, 61 ans, raconte son histoire avec
Gabrielle...
Hace 1 hora
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