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domingo, 18 de enero de 2009

Intuitu Personae

O séase: "En atención a la persona". Es una locución mameluca que usamos los leguleyos para clasificar a los actos o negocios jurídicos (vbg. contratos de trabajo, franquicias, el de matrimonio -que a veces deviene en uxoricidio, aunque no siempre, claro- comodato, mandato, etc.) en los que se considera especialmente a una persona.

Y pues se me ocurrió celebrar un contrato intuitu personae con la Marlén que regresa a la escuela, ya que después de un mes entre el trabajo y el hedonismo ya no tiene muchas ganas de volver.

Siempre le pasa igual: no es que odie la idea de estudiar -si no, no se estaría aventando otra carrera-. Lo que pasa, es que odia hacer tareas y someterse a un horario rígido de estudios.

Pero en menos de dos semanas ya la verán otra vez como pececillo -de los de la Nochebuena, de los villancicos- en el agua (no prometo que sea dulce, me doy de santos con que no esté contaminada).

Como que este post debió llamarse Caminito de la escuela, ¿no? Pero la verdad es que odio al Cricrí.

No saben las ganas que me dan de celebrar un contrato intuitu personae con alguien que se parezca a mí y vaya en mi lugar, o séase, un mandato. Digo, si el próximo presidente (el 44) mandó a su suplente para ensayar la toma de protesta... ¿por qué Marlén no?

Feliz inicio de semana.





1 comentario:

Marcelo Dance dijo...

Si la susodicha está dispuesta a abonar una paga interesante por suplantarla (Contrato Intuito Personae mediante) me anoto. :D
Eso si, no le garantizo el mismo éxito en las gestiones encomendadas...
Besotes!

PD: La palabra del día "Uxoricidio". Estoy esperando la sentencia de mi divorcio, así que prefiero no hacer comentarios sobre ese término... ;)