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miércoles, 14 de enero de 2009

Universidad Universo: Homenaje a Adrián Rodríguez García








Universidad Universo: El conocimiento
está en todas partes.

-Adrián Rodríguez


Te autoproclamaste Presidente de la Nación. Te autodenominaste Economista Non. Te encarcelaron por ser filósofo y libertador.

Y yo no te conocí.

Como el Presidente que todos hemos querido y que nunca hemos tenido, lanzaste políticas de tu Estado, la Ciudad Lux. Y lanzaste tus pocas monedas en la Plaza de Armas de nuestro Saltillo horroroso pero muy amado. Y dijiste "Alimentos Públicos" y regalaste lo que tenías a la gente. Renegaste de tu estirpe heredado por tus padres (tu mamá se hizo dueña del Hotel Rodríguez al llegar a la viudez). Dictaste "Farol-Farolito" al compás del ya sabido Derecho a la Luz -desde la eléctrica hasta la de vida-. Dijiste que no darías una sola opinión porque sólo los pendejos opinan. Que tú decías verdades, no opiniones. Que invertías axiomas. Que el Universo es la Universidad de la Gente. Y que por eso no había necesidad de asistir a las escuelas. Hablaste en las Plazas. Te tomaron por loco. Un esquizofrénico. Escribiste, también. Y publicaste panfletos, regalaste escritos en facsímil al por mayor.

Y un catorce de enero, hace 25 años, dejaste de existir.

Ángel (Sánchez, El Gachupín, ¿lo recuerdas? Fue el que te dio alojamiento en tus últimos años de vida. Te escribió un libro. Seguro tú se lo dictaste) te prendió unas veladoras y mandó traer las bocinas de los holgazanes del municipal de cultura. Puso claveles en tu retrato y mandó tocar las de Gardel. "Volver" sonó dos veces. Luego te leyó. Y pidió -una vez más, como en los viejos tiempos- lo que tú siempre pediste: Que los Enanos Mentales (los políticos y los pendejos, aunque para tí eran lo mismo) se larguen a su casa, La Chingada. Que le devuelvan el dinero a la gente. Que la justicia se haga una realidad. Que la gente sonría.

Y varios mosquitos, buscando la Ciudad Lux, nos reunimos para pensarte.

Algunos te leyeron poemas que más bien parecían como sacados de la vitrina de su ego para -adivinaste- vanagloriar su ego. Otros te cantaron una aplaudida y sentida canción. Lanzamos confeti: veinticinco años sin tí, un filósofo no reconocido (el único que vale la pena en esta ciudad única por no tener facultad de filosofía), nos genera una neurosis de nostalgia y ansiedad.

Ángel nos dio cacahuates. Y Arturo (Marines) cantó con su guitarra: "Universidad Universo, UUUU/ Adrián murió una tarde de enero/ Con sus cuatro extremidades apuntando a los cuatro puntos cardinales/ Y estamos seguros que fue adrede/ Murió entre el Estado y la Catedral/ Universidad Universo, UUUU".

Fuimos donde tu última morada a decirte "Gracias". Y una barredora raramente vespertina no le dejó a nuestra nostalgia hablar.

Veinticinco años. Y todavía tu sombra hace mella en la Plaza de Armas.

¡Que viva Universidad Universo! Y que renazca Adrián.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, Marlén, soy del periódico Zócalo Saltillo. Tomaré algunas fotos de tu blog sobre el evento de Adrián Rodríguez para publicarlas y difundirlo un poco más. La nota sale mañana viernes. Un gran saludo.
Livio Ávila

Marlén Curiel-Ferman dijo...

Hey, Livio!

De la escuela de Letras, verdad?

Ya estás, gracias por poner al Adrián.

U.U.

(PD: Ésta es tu casa, ven cuando quieras)